España
UTILIZADOS POR EL GOVERN COMO ESCUDOS HUMANOS CONTRA LA POLICÍA

Así son las cartas que reciben los alumnos para acampar en los colegios y evitar su cierre el 1-O

Sin miramientos. Utilización de los niños a gran escala. Las familias se están encontrando con que sus hijos, al volver del colegio, lo hacen con una carta donde se le invita a un supuestamente festivo fin de semana. Un fin de semana, de acampada en el colegio. De acampada y, por supuesto, de mantenimiento abierto del colegio que los separatistas pretenden usar posteriormente para realizar su referéndum ilegal el 1-O.

Y, todo ello, después de usar a los niños para que si la policía pretende cerrar los colegios tenga que encontrarse en la tesitura de desalojar a niños pequeños. A familias enteras.

La carta, llena de dibujos infantiles, oculta totalmente el objetivo. Habla de celebrar el inicio de curso, cuando los cursos hace ya semanas que han empezado.

Eso sí, acto seguido destaca que «esperamos que todos participen». Y narra unas supuestas actividades: «juegos, fútbol, cine, karaoke». Actividades absolutamente atractivas para los engañados niños que, por supuesto, se extienden a lo largo de todo el fin de semana, incluido el viernes e incluida la noche del sábado, salvo el domingo. Momento en el que los divertidos actos se acaban de golpe porque, evidentemente, hay que dar paso al referéndum ilegal del 1-O. De hecho, la noche del sábado concluye, para que ningún niño quiera marcharse antes de tiempo, con noche de acampada. Un plan perfecto para garantizarse que los menores de edad permanecen en el recinto escolar durante todo el tiempo en el que los policías tendrán que pretender precintar los colegios, tal y como les ha ordenado el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

La estrategia es literalmente brutal. Porque será difícil que algún niño no quiera acudir a la acampada y juegos. Y, por lo tanto, serán los padres los que queden marcados. Pero lo harán jugándose el marcado también de su hijo y la posibilidad de represalias en las notas y en el ambiente en el que tendrá que educarse su hijo. Un ambiente que nadie querría para sus descendientes, cargado de coacción, de división y de odio.