Nuevo hito en las puertas giratorias: un asesor ‘top’ de Castells ficha por una universidad privada

Un asesor de primer nivel del Ministerio de Universidades, departamento que está preparando una ley sobre los centros de educación superior privados, ficha precisamente por una de esas universidades. Se trata de Francisco García Pascual, hasta ahora jefe de gabinete de la Secretaría General de Universidades y que ahora pasa a trabajar para la Universidad Europea de Madrid.

Las fuentes consultadas por OKDIARIO señalan que estamos ante un caso claro de «puerta giratoria». Este profesor universitario, que cuenta con información privilegiada de los planes del Gobierno, ha sido fichado por la citada universidad privada. Será decano de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación.

García Pascual tiene plaza de funcionario en la Universidad de Lérida. Pasó al Ministerio en comisión de servicios y ahora da el salto a la empresa privada tras solicitar una excedencia del Estado.

OKDIARIO ha contactado con la Universidad Europea que subraya que no hay ninguna irregularidad. Destacan que el centro «cumple escrupulosamente con toda la normativa legal». En este sentido, aseguran, no hay ninguna incompatibilidad o «conflicto de intereses».

La Ley 3/2015, reguladora del ejercicio del alto cargo de la Administración General del Estado, establece que «los altos cargos, durante los dos años siguientes a la fecha de su cese, no podrán prestar servicios en entidades privadas que hayan resultado afectadas por decisiones en las que hayan participado». Sin embargo, desde la universidad resaltan que García Pascual, como era jefe de gabinete, no es considerado alto cargo. Además, aseguran que no participó directamente en la redacción de la nueva ley de universidades que afectará sobremanera a las facultades privadas.

Coto a las privadas

El ministro de Universidades, Manuel Castells, tiene en el punto de mira a las universidades privadas. En una entrevista reciente, señaló que en España «hay una excesiva proliferación de pseudouniversidades». «Si son universidades con criterios mínimos de lo que es una universidad, cuantas más haya, mejor, y que el mercado decida. Ahora, si lo que hay es una proliferación de cualquier tipo de proyecto de negocio que se llama Universidad, eso es un problema», criticó.

Estos criterios mínimos a los que se refiere el ministro están recogidos en el borrador de un Real Decreto de creación, reconocimiento, autorización y acreditación de universidades y centros universitarios, que el Gobierno prevé aprobar en breve. Todos los detalles de los proyectos normativos del Ejecutivo han pasado por la mesa de García Pascual.

Ahora este decano ofrecerá sus servicios a una de las universidades afectadas por estos cambios. Estos centros privados, para no perder el título de universidad, tendrán que ofertar al menos 10 títulos de Grado, 6 de Máster y 3 programas de Doctorado en, al menos, 3 de las 5 grandes ramas de conocimiento. El propio Castells reconoce que estamos ante unos mínimos muy básicos: «Todo esto es nada, comparado con lo que son los estándares internacionales, yo casi a veces tengo vergüenza de poner estos criterios».

De momento, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se ha opuesto a que las universidades tengan que ofertar titulaciones en 3 de las 5 ramas de conocimiento, alegando que esta medida «no está vinculada con una mayor calidad del servicio universitario». A esto, el ministro da la razón al organismo regulador. «¿Esto garantiza la enseñanza de calidad? No», apunta, si no que simplemente «garantiza» que «una universidad sea, de verdad, una universidad».

Por otro lado el Ministerio centrará el tiro en los contratos a los docentes. Promete que quiere «acabar con la precariedad» y con «ciertas prácticas endogámicas dentro de las universidades». Esto provocará también serios quebraderos de cabeza a centros privados que no se pueden permitir pagar sueldos de funcionario a sus profesores.

La ley de universidades está ultimándose. «Esta ley está siendo consultada con todos los actores, incluidos los sindicatos, los profesores, los profesores asociados… consultada no quiere decir que se hará exactamente lo que pide cada uno. Esto todavía no está terminado, se presentará en septiembre al Consejo de Ministros y en ese momento es cuando se podrá decir cuales son las mínimas disposiciones», avanzó Castells.

Otra puerta giratoria

Este fichaje por la empresa privada recuerda al de Cristóbal José Gallego, consejero de la empresa energética Enagás gracias a Podemos. El primer caso de puerta giratoria en el partido que ahora lidera Ione Belarra saltó a los titulares al conocerse que el hombre se ha embolsado 69.000 euros anuales de esa empresa  participada en un 5% por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) sólo en los seis meses de 2020 que ha formado parte del consejo.

Así figura en el informe de Gobierno Corporativo comunicado por Enagás a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Gallego se incorporó al consejo el 30 de junio de 2020, junto a los ex ministros socialistas Jordi Sevilla y José Blanco, que también se han embolsado cada uno 69.000 euros.