España
Cumbre de la OTAN

Un antidisturbios ante los retos de seguridad en la cumbre de la OTAN: «Nos preocupa el metro»

Unos 1.800 miembros de la UIP (Unidad de Intervención Policial), conocidos vulgarmente como antidisturbios, velarán estos días para que no haya incidentes que alteren la celebración de la cumbre de la OTAN los próximos días. OKDIARIO ha podido hablar con uno de estos policías, desplazado a Madrid desde una provincia de Andalucía, para prestar servicio durante la cumbre. Ha explicado que sus principales preocupaciones son «el Metro de Madrid y no queremos un nuevo ‘Rodea el Congreso», similar a las manifestaciones incontroladas del 25 de septiembre de 2012, donde resultaron heridos 27 policías.

Hace diez años varias plataformas de izquierda convocaron una protesta en los alrededores del Congreso de los Diputados en Madrid. Aquel día había 1.350 policías de la UIP para controlar a miles de manifestantes, que se concentraron de manera pacífica en la Plaza de Neptuno, aunque al final de la misma varios cientos de jóvenes antisistema intentaron quitar las vallas con las que se había impedido llegar hasta el Congreso y a arrojarlas a la Policía. Las algaradas se saldaron con 34 detenidos y 64 heridos, entre ellos 27 policías.  Varios políticos de Izquierda Unida, ahora en el Gobierno de Pedro Sánchez, asociaciones de izquierdas y ONG criticaron la actuación policial por «desproporcionada». En aquellos días el ex vicepresidente Pablo Iglesias y fundador de Podemos llegó a declarar que le habían «emocionado» las imágenes donde se veía a un policía antidisturbios pateado por antisistemas. No quieren que eso vuelva a ocurrir durante la cumbre de la OTAN.

Además, fueron criticados fuertemente por líderes políticos por haber entrado en el metro de Madrid en la estación de Atocha en persecución de los manifestantes más violentos. Y eso les preocupa porque puede volver a ocurrir. Los agentes de la UIP recuerdan «que entonces dieron con un adoquín a un policía y casi lo matan. La Policía puede aguantar un tiempo limitado, pero hay veces que es imposible porque peligran nuestras vidas y aguantar por aguantar es un error», asegura este veterano de la UIP. Pero las órdenes de actuar siempre las da Delegación de Gobierno, en este caso será la delegada del Gobierno en Madrid, la socialista Mercedes González, quien esté al mando político de las UIP.

«Sabemos que los radicales están aquí, les ha dado tiempo de sobra a organizarse para reventar la cumbre de la OTAN y han venido desde otros lugares de Europa. Sabemos que intentarán buscar lugares como terrazas, balcones e intentarán esconderse detrás de los bomberos», asegura este policía, que además explica que «van a moverse por el Metro de Madrid y tememos que intenten provocar altercados». Durante estos días será frecuente ver miembros de la Brigada Móvil de Policía, apoyados por unidades de Guías Caninos y la Unidad de Prevención y Reacción, que van a revisar mochilas e identificar a personas, lo que supondrá un perjuicio para los ciudadanos «pero es el trabajo policial y no hay otra forma de hacerlo», añade este antidisturbios.

Las amenazas para la cumbre de la OTAN no solo vienen desde el cielo, por la posibilidad de atentar con drones, por ejemplo, o con el lanzamiento de objetos a la Policía o las comitivas de los jefes de Estado, sino «también están bajo tierra, porque la red de Metro de Madrid es muy amplia y cubre prácticamente toda la ciudad, no podemos permitirnos ningún problema como un artefacto explosivo al paso de una comitiva o para generar distracción o solo para provocar pánico en la gente que pacíficamente va a su trabajo esos días», explica el mismo agente. Preocupan especialmente el paso del presidente de Estados Unidos, Joe Biden y de la delegación del turco Recep Tayyip Erdogan, por su conflicto con los kurdos, cuyas reivindicaciones tienen mucho apoyo entre anarquistas y antisistemas del norte y del centro de Europa.

Y todo esto los miembros de la UIP lo harán por una dieta diaria de 77,13 euros, «que se reparten en 48,92 para el alojamiento y 28,91 para tres comidas diarias. Una cantidad a todas luces ridícula en el año 2022 y el problema se multiplica cuando el destino es Madrid o cualquiera de las grandes ciudades turísticas de España, todavía peor si es en época estival cuando los precios de hoteles y manutención son aún más elevados», tal y como denuncian desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP).