España

Amazon, condenada por tener a más de 2.000 repartidores como falsos autónomos

La Justicia ha dictado sentencia contra Amazon declarando que los 2.166 repartidores que operaban con el modelo llamado Amazon Flex, en el que utilizaban sus propios vehículos, eran falsos autónomos, por lo que deben ser empleados por la multinacional. Está previsto que Amazon recurra el fallo judicial, desde donde insisten en que el programa Amazon Flex, por el que han sido condenados, «ya no opera en el país desde abril de 2021».

Los hechos examinados por el magistrado se retrotraen a una denuncia puesta hace más de tres años y que hace referencia al antiguo modelo de reparto de Amazon, denominado Amazon Flex. Según el mismo, trabajadores dados de alta como autónomos se personaban en los almacenes de la multinacional para recoger sus paquetes y entregarlos en las casas de los compradores a lo largo del día. Cobraban las tarifas que Amazon -unos 14 euros la hora estimada- les marcaba sin poder negociarlas y tenían que estar ‘geolocalizables’ por el gigante logístico, que controlaba las rutas de entrega de todos los paquetes, según certifica la sentencia.

Una práctica por la que varías empresas de la conocida como ‘gig economy’ han sido censuradas en España, como Glovo o Uber. De hecho, los magistrados madrileños citan en su fallo varias sentencias precedentes de estas dos compañías, tanto a nivel español como europeo.

Un comunicado difundido por UGT, sindicato que forma parte en el procedimiento, indica que el Juzgado de lo Social número 14 de Madrid ha condenado a la multinacional por emplear como falsos autónomos a los repartidores que «eran obligados a trabajar con sus propios vehículos para repartir paquetes utilizando una aplicación de la compañía que les indicaba la forma de trabajar».

Es por ello que el magistrado ha considerado que la relación entre repartidores y la corporación fundada por Jeff Bezos era más propia de asalariados, en tanto que existía una subordinación de los primeros a los segundos. Y que Amazon incurría en este modelo para ahorrarse cuotas a la Seguridad Social, ya que estas las pagaba el repartidor y no la empresa, así como no tener que hacerse cargo de bajas, vacaciones o permisos, entre otros.