España

Almeida defiende la lucha contra las ‘fake news’ pero critica que dependa de Redondo: «Dirige y coordina bulos»

El portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, ha aseverado este viernes que es necesario «un centro que combata las ‘fake news’» pero que este no puede depender «de quien más sabe de desinformación, Iván Redondo (director del Gabinete del presidente del Gobierno), que dirige y coordina los bulos».

Para Almeida, «es necesario un centro que combata a las ‘fake news’ en redes sociales, pero no puede depender ni del Gobierno ni de Iván Redondo, es intolerable». «Es quien coordina y dirige los bulos y por tanto quien mejor conoce lo que es la desinformación», ha manifestado tras acudir en la Real Casa de Correos al acto en homenaje a la Hostelería.

A este respecto ha reiterado que «no hay tanto que poner en duda generar mecanismos contra las ‘fake news’ como el mecanismo establecido por este Gobierno».

El Boletín Oficial del Estado publicaba este jueves una orden ministerial que recogía un procedimiento de actuación contra las conocidas como ‘fake news’ mediante el cual el Ejecutivo monitorizará la información y podrá solicitar la colaboración de los medios de comunicación para perseguir la «difusión deliberada, a gran escala y sistemática de desinformación, que persiga influir en la sociedad con fines interesados y espurios».

El también regidor madrileño ha criticado que el Ejecutivo de Pedro Sánchez «tiene cierta tendencia al nepotismo» y que «los principios de mérito y capacidad no son los que han guiado a su personal directivo»,

«Ahora, eso sí. Han tirado de profesionalidad y han elegido a un experto para saber cómo se tiene que llevar. De ningún sitio han salido tantos bulos en el último año como del Palacio de la Moncloa», ha lanzado a continuación.

Entiende Almeida que se trata de un Gobierno «que cuando ve que puede haber una institución que ejerza de contrapoder van a por ella; está intentando nombrar a miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) al margen de las mínimas exigencias democráticas, y ahora pretende amordazar a la prensa».