España
Huelga feminista del 8M

El 8M feminista pide el cierre de los CIEs y que no se castigue la venta ambulante

El argumentario de la Coordinadora Feminista, una de las principales impulsoras de la huelga del 8M, recoge, entre otros, un boicot a bancos y grandes superficies.

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El argumentario de la Coordinadora Feminista (Federación Estatal de Organizaciones Feministas) para la huelga del 8M incluye propuestas llamativas, y con una notable carga política.

Entre las iniciativas, por ejemplo, este colectivo feminista -uno de los principales impulsores de las protestas por la mujer- promueve el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs) o el fin de la penalización de la venta ambulante.

Lo primero lo justifican en que «muchas mujeres» están «privadas de libertad por un sistema penal que es patriarcal, racista y clasista: desde las presas por delitos menores de supervivencia, hasta las mujeres internadas en Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs), privadas de libertad sin haber cometido delito alguno». «Ningún ser humano es ilegal», añaden.

Aseguran, además, y sin apoyarse en datos, que «en estos centros, sufrimos agresiones, torturas, falta de atención médica, abusos sexuales y muertes que no se investigan».

En el argumentario promueven también «que se ponga fin a las devoluciones en caliente y los vuelos de deportación» o «que sea haga efectiva la Ley de Asilo, dotándola de presupuesto para garantizar los procesos y protocolos de atención a solicitantes de asilo y refugio».

En otro párrafo, apuestan por descriminalizar la venta ambulante. «Se nos persigue sin ofrecernos alternativas ocupacionales viables y deseables o de legalización y regularización», contemplan.

Contra los «tóxicos nocivos»

En otro, se quejan de que la salud de la mujer «está comprometida por sustancias tóxicas en alimentos, cosméticos, productos de limpieza». Sustancias, dicen, «altamente nocivas para el medio ambiente y que producen, en muchos casos, daños diferenciales en las mujeres». Por eso, dicen, un motivo para hacer huelga es «para que se prohíba legalmente la utilización de tóxicos nocivos para nuestra salud y el medio ambiente, con información clara y veraz sobre los daños derivados del uso de esos tóxicos».

En distintos momentos, se ataca por igual a bancos, farmacéuticas, empresas energéticas o grandes superficies, entre otros. Todo lo relacionado, argumentan, con el «capitalismo» que es síntoma de «heteropatriarcado».

Así, señalan que la violencia machista es «una cuestión que atañe a toda la sociedad, que tiene su raíz en un sistema patriarcal, capitalista y colonialista que organiza nuestras relaciones sociales conforme a un modelo basado en jerarquías de género, clase y raza».

Entre otras iniciativas para la jornada de huelga del 8 de marzo proponen, por ejemplo, que no se realicen transacciones bancarias -«intercambia y regala», recomiendan- «reducir el consumo energético tanto como sea posible evitando el uso de aparatos electrónicos», «evitar y boicotear productor de usar y tirar, sobre-envasados y transgénicos» o «boicotear el consumo en grandes superficies» que, argumentan, venden «productos elaborados por mujeres en condiciones de explotación laboral o donde no existen condiciones dignas de trabajo».