Moncloa ordenó al nº 1 de Patrimonio pergeñar con la funeraria la exhumación exprés de Franco

Valle de los Caídos
Valle de los Caídos.
Carlos Cuesta

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha preparado hasta el último detalle para una exhumación exprés de Franco. Ha abierto ya el plazo de 15 días de contestación de la familia; ha elegido el lugar donde llevará los restos -el cementerio de Mingorrubio en El Pardo- si la familia no se aviene a sus exigencias; tiene un equipo de enterradores preparados para realizar la salida del Valle en cuatro horas con los resto del dictador en la Funeraria de Nuestra Señora de la Jarosa; y encargó al máximo responsable de Patrimonio Nacional la coordinación y preparación de todo con dicha funeraria. Todo listo porque para este presidente, efectivamente, sacar a Franco se ha convertido en su obsesión y principal eslogan electoral.

Sánchez no ha dejado ni un detalle al azar de la operación de entrada y salida del Valle de los Caídos con los restos del dictador para poder llevar a cabo una exhumación relámpago. Y por eso encargó a un alto cargo pergeñar la exhumación exprés: la persona elegida fue el presidente de Patrimonio, Alfredo Pérez Armiñán, quien recibió el encargo de tener preparado el dispositivo, algo que pasaba por contactar con una funeraria para que estuviese prevenida.

Documentación, instrucciones, e incluso la infraestructura está ya dispuesta para sacar el féretro y salir de la basílica en menos de cuatro horas. El equipo conoce ya los planes el encargo ha sido trasladado a la funeraria de Nuestra Señora De La Jarosa, que administra el Tanatorio de San Lorenzo de El Escorial, con sede en el pueblo de Guadarrama. Todo para poder llegar a tiempo de exhibir la exhumación en plena campaña electoral.

Los enterradores tienen ya preparada incluso la estructura que deberá soportar la losa una vez sacado el féretro. La han diseñado para que aguante el peso de la gente que visite el templo posteriormente y con las medidas exactas para que la operación no lleve mucho tiempo y se pueda llegar e instalar sin grandes obras.

Pérez de Armiñán coordinó todo con la funeraria. De hecho, lleva mucho tiempo al corriente de los avances de esta operación. Por eso fue él uno de los que se presentaron sin permiso en el Valle de los Caídos hace ya meses -tal y como reveló este diario publicando las fotografías de su presencia-, porque preparaban ya los entresijos de una operación que no cuenta aún con el permiso de la familia.

Patrimonio Nacional

El presidente de Patrimonio, Alfredo Pérez Armiñán, acudió en aquella ocasión al Valle, por orden expresa de Presidencia del Gobierno, y junto a dos de los principales cargos del Gobierno. Lo hicieron el mismo día en que debían estar pendientes de los altercados en Cataluña por la celebración del aniversario del golpe de Estado del 1-O.

La visita, sin permiso de los monjes, a la Basílica del Valle de los Caídos contó, así, con la presencia de dos subsecretarios clave del Ejecutivo: la de Justicia, Cristina Latorre Sancho, y nada menos que al de Presidencia, Antonio Hidalgo. Y, además, acudió el máximo responsable de Patrimonio. Todo con tal de tener los planes y esquemas a tiempo para realizar la operación relámpago.

Moncloa, además, ha comprobado y reservado el espacio para poder llevar a cabo la inhumación, de forma que no se pueda argumentar que no hay espacio disponible para un tumba más. Moncloa pretende, de esta manera, proceder a trasladar el cuerpo del dictador allí y, si posteriormente es la familia la que quiere reagrupar a Carmen Polo y a Francisco Franco en el panteón, eso ya será problema de los nietos.

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