España

Entre vítores y bengalas: así fue el recibimiento al etarra que secuestró a Ortega Lara

  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

Vítores, bengalas y un pasillo en su honor. Así fue recibido este jueves, en Bergara (Guipúzcoa), el etarra José Miguel Gaztelo, en cuyo historial consta, entre otros, el secuestro de Ortega Lara.

Junto con sus compañeros de comando, José Luis Erostegi, Javier Ugarte Villar y el fallecido Iosu Uribetxeberria Boligana, el etarra excarcelado secuestró a Ortega Lara y lo encerró en un húmedo zulo de dos metros de ancho, tres de largo y 185 centímetros de alto, donde el funcionario de prisiones permaneció durante 532 días hasta que el 1 de julio de 1997 la Guardia Civil lo liberó.

Gaztelo fue condenado en 1998 a 32 años de prisión como responsable de un delito de «secuestro terrorista con la agravante de ensañamiento» y otro de «asesinato alevoso en grado de conspiración, con la misma agravante» por ese secuestro.

Ese mismo zulo, construido en 1987, había servido para esconder al empresario Julio Iglesias Zamora, secuestrado por este comando durante 116 días en el año 1993. Por este delito, el etarra fue condenado a otros 14 años de cárcel en 1998, cuando había cumplido un año en prisión desde su detención. Además, fue acusado y condenado en 2000 a 33 años de prisión por el asesinato del guardia civil Mario Manuel Leal Baquero el 6 de diciembre de 1985 en Arrasate.

Asimismo, la Audiencia Nacional condenó al comando a 178 años por asesinar a tres guardias civiles en 1987 en la localidad guipuzcoana de Oñati con una bomba. Estos crímenes se resolvieron tras su arresto.

Gaztelo formaba parte de un grupo especial de la organización terrorista, que dependía directamente de la cúpula. De hecho, por aquel entonces eran miembros ‘legales’ de la banda, ya que no estaban fichados por las Fuerzas de Seguridad del Estado y hacían vida normal en Mondragón.

Como se puede ver en los vídeos y fotografías, que han sido distribuidas por COVITE, en su honor se organizó un pasillo por el que el etarra desfiló en vítores y bengalas. Luego, ante una pancarta con su nombre, se le dedicó un aurresku, lo que desde la asociación definen como «un baile de honor para honrar su trayectoria criminal». «Lo sucedido es un acto obsceno y sólo propio de una sociedad moralmente enferma», afirman desde COVITE. El día anterior, a su salida de la prisión de Algeciras, había sido recibido por el histórico etarra Jesús María Zabarte, el ‘carnicero de Mondragón’.