España

El 1-O es una gran mentira: dos reporteros de OKDIARIO censados en Madrid votan con un DNI falso

Un referéndum ilegal que ha burlado no sólo a la Ley, la democracia y al orden constitucional, sino cualquier tipo de garantía básica, como ha comprobado OKDIARIO en Cataluña. Hemos acudido a votar a un colegio electoral para constatarlo, y como pueden ver en este vídeo, lo hemos hecho con un DNI falso de una persona censada en Madrid y con una edad veinte años mayor que quien finalmente ha depositado la papeleta en la urna.

Estas imágenes las hemos grabado en la Escola Collserola, en la localidad barcelonesa de Sant Cugat del Vallés. Pasada la una de la tarde, y con un carnet de identidad de otra persona, nos hemos acercado hasta el centro escolar.

Una vez allí, hemos guardado la preceptiva cola. Al llegar a la mesa con la urna de plástico, un joven que hace las veces de ‘presidente de mesa’, sonriente, nos indica dónde están los sobres y las papeletas. Incluso, como se puede escuchar,bromea con el periodista: «¡Tienes una pinta de demócrata que te cagas!» (sic).

Una vez con la papeleta y el sobre en nuestro poder, regresamos a la mesa donde, con el carnet falso en mano, que pueden ver bajo estas líneas, constatamos que la única ‘comprobación’ que hacen los miembros (son dos, el supuesto ‘presidente’ y una ‘vocal’ que toma nota) se realiza con un teléfono móvil. Eso es todo.

DNI falso utilizado en el referéndum ilegal del 1-O

Con el número de DNI fraudulento, que el sujeto teclea en el móvil y cuyas cifras dice en voz alta a sus asistente, ya podemos votar. El ‘presidente’ abre la tapa de la urna y nos permite, casi nos anima, a introducir la papeleta. Ya está. Hemos votado de forma fraudulenta, sin ningún control de verificación de nuestra identidad.

El carnet pertenece a otra persona, con domicilio en Madrid y veinte años mayor que el reportero votante, pero da igual. Hemos votado en este colegio de Sant Cugat y nos marchamos, no sin que antes los integrantes de la ‘mesa electoral’ de este referéndum ilegal nos despidan con una sonrisa y un «gracias».

Así de sencillo, en un sistema de votación pleno de irregularidades y sin las mínimas garantías, propio de una república bananera. Un ‘bochorno democrático y electoral’ en el que puede participar cualquiera y no sólo los 5,3 millones de catalanes llamados a las urnas votar en cualquier punto electoral.