Economía
SECTOR PÚBLICO

El Tribunal de Cuentas denuncia irregularidades en la concesión de las ayudas del ICEX

Ocho años después de la última auditoría, el Tribunal de Cuentas denuncia el mantenimiento de irregularidades en la concesión de las ayudas que el ICEX realiza a las empresas españolas para su promover su internacionalización. El órgano fiscalizador del sector público que preside Enriqueta Chicano señala en su informe que el ICEX concede ayudas por encima de los límites establecidos y que no comunicó anulaciones o disminuciones de los importes concedidos.

Aunque la opinión del tribunal sobre las cuentas de 2021 del ICEX es «favorable» y destaca que la entidad ha cumplido nueve de cada diez recomendaciones de su anterior auditoría (en 2015) también detecta llamativos problemas. Entre ellos, las deficiencias en la supervisión de la gestión de tesorería, el registro de las facturas, la aplicación de los tipos de cambio, la falta de actualización de la normativa interna sobre inventario y amortización de su inmovilizado y el hecho de conceder y pagar subvenciones por encima de los límites de la Unión Europea.

Además, destaca que ICEX España Exportación e Inversiones tiene «problemas de control interno en el cumplimiento en plazo de determinadas obligaciones con la Administración tributaria».

El Tribunal de Cuentas señala también la necesidad de que la institución preste «especial atención al cumplimiento y desarrollo de determinadas regulaciones y a la mejora del control interno en algunas áreas de su gestión». Entre las irregularidades detectadas en el ICEX denuncia «algunas deficiencias en la documentación y tramitación de los expedientes de contratación y en los sistemas de organización y archivo de esos expedientes».

Entre otras, el «ICEX tiene pendiente de definir responsables y aplicar medidas y procedimientos para completar la implantación del Esquema Nacional de Seguridad en sus sistemas».

Ayudas por encima de los límites

El propio sistema de gestión de las ayudas que concede el instituto tiene, «múltiples oportunidades de mejora». La auditoría ha detectado «deficiencias en el seguimiento y trazabilidad de la realización de las actividades planificadas para ser subvencionadas por ICEX». Según la operativa analizada, el sistema «no permitía conocer, en cada momento y de forma global, el desarrollo de las actividades planificadas, ni un seguimiento fácil de las nuevas actividades que se incluían, ni las que se anulaban o no se realizaban».

De hecho, el Tribunal ha detectado «ayudas de ICEX concedidas a beneficiarios que superaban los límites establecidos en los reglamentos europeos que regulan este tipo de ayudas». Por ello, recomienda a la entidad que preside Xiana Margarida Méndez «actualizar su normativa interna sobre el inventario y la amortización de su inmovilizado y sobre tesorería».

La valoración global del informe considera «positivo» que el ICEX, haya informado en sus alegaciones “de diversas medidas que ha adoptado o que ha decidido acometer para subsanar algunas de las deficiencias expuestas en el mismo”.

 

Un punto de vista benévolo que no es compartido por los expertos. Para Juan Ignacio Navas, socio-director de Navas & Cusí, despacho especializado en derecho internacional privad, «resulta llamativa la deficiente gestión de un organismo clave para la proyección internacional de nuestras empresas». Que el ICEX haya concedido ayudas por encima de los límites establecidos y no haya comunicado anulaciones o reducciones en las subvenciones es singularmente llamativo para este jurista, que señala que el Tribunal de Cuentas «no denuncia corrupción, pero sí un sistema de control tan ineficiente que deja margen a la corrupción».

Lo que falla en el ICEX

Vistas las irregularidades detectadas en el ICEX, el Tribunal de Cuentas realiza siete recomendaciones. Las más significativas se refieren al desarrollo de «un sistema de gestión y control» adecuado para comprobar que lo que se subvenciona se cumpla. Por ello pide que elabore «un procedimiento único de aprobación de las nuevas actividades que se incluyen en la ejecución de los planes sectoriales anuales, siendo preferible que esta aprobación conste por escrito».

El ICEX debe «mejorar los procedimientos de control interno» para verificar el cumplimiento de los requisitos de mínimos y, así, «no conceder ayudas a beneficiarios que superen los límites establecidos en los reglamentos europeos». Y reclama la implantación de «un registro único de facturas, nuevas medidas de supervisión y control en el ámbito de gestión de la tesorería» y unifique «el criterio de aplicación de los tipos de cambio entre servicios centrales y sus unidades periféricas y exteriores».

A este respecto, el socio-director de Navas & Cusí considera que: «Parece una obviedad, pero desgraciadamente era necesario; el ICEX fue creciendo desordenadamente y el actual desorden no solo no permite el control», sino que «dificulta el cumplimiento del objetivo, promover la empresa y la economía española».

Para la institución que preside Margarida Méndez deberá poner especial cuidado en asegurar la seguridad de sus sistemas «de acuerdo con lo contenido en el Esquema Nacional de Seguridad».