Los trabajadores de esta empresa se hacen millorarios en 2023 y ya no quieren trabajar más
Los empleados con acciones de Nvidia se han enriquecido y se niegan a trabajar más
NVIDIA sabe lo que China esconde con la IA
¿Qué harías si fueras millonario y no necesitaras trabajar más? Esa es la situación en la que se encuentran muchos de los empleados más antiguos de Nvidia, una empresa que se ha convertido en la líder en el campo de la inteligencia artificial. Nvidia ha experimentado un crecimiento espectacular en los últimos años, gracias a sus procesadores gráficos que son capaces de realizar cálculos complejos a gran velocidad. Sus acciones se han multiplicado por más de diez desde 2018, y con ellas, la fortuna de su fundador y CEO, Jensen Huang, y de muchos de sus trabajadores más veteranos. Sin embargo, este éxito también ha traído problemas internos, ya que algunos de estos empleados millonarios han perdido el interés por su trabajo y han entrado en una especie de semijubilación, generando tensiones con sus compañeros más nuevos. Descubramos más sobre por qué los trabajadores de esta empresa se hacen millonarios en 2023 y ya no quieren trabajar más.
Trabajadores de Nvidia no quieren trabajar más
Nvidia es una de las empresas tecnológicas más exitosas de los últimos años. Sus procesadores gráficos son los más demandados para alimentar los algoritmos de la IA que permiten a las máquinas aprender y resolver problemas complejos. Gracias a esto, Nvidia ha visto cómo sus acciones se disparaban en los últimos años, convirtiendo a su fundador y CEO, Jensen Huang, en uno de los hombres más ricos del planeta.
Pero Huang no es el único que ha visto crecer su fortuna gracias a Nvidia. Muchos de los empleados que llevan más tiempo en la empresa también han recibido acciones como parte de su remuneración o como incentivo. Esto ha hecho que algunos de ellos se hayan convertido en millonarios, lo que ha cambiado su actitud hacia el trabajo.
Algunos de estos empleados veteranos han optado por avanzar de alguna manera su retiro o jubilación, reduciendo su carga de trabajo y dedicando más tiempo a sus hobbies o a sus familias. Esto ha generado un clima de tensión con los empleados más nuevos, que se sienten frustrados al ver que sus compañeros más antiguos no se esfuerzan tanto como ellos y que no tienen las mismas oportunidades de ascenso o de recompensa.
Y ahora el CEO de Nvidia ha admitido el problema. En una reciente reunión interna, Jensen Huang respondió a varias preguntas que le habían enviado los empleados. Una de ellas se refería al bajo rendimiento de algunos de los trabajadores millonarios. Huang reconoció que era un problema real y que había que abordarlo.
Su respuesta fue que trabajar en Nvidia era como practicar un «deporte voluntario», en el que cada empleado tenía que ser el «CEO» de su propio tiempo y tomar sus propias decisiones. Huang dijo que cada persona tenía que ser responsable de su trabajo y de su nivel de compromiso, y que tenía que trabajar tan duro como creyera conveniente, siempre respetando los objetivos y las normas de la empresa.
En Nvidia no se despide a nadie
Nvidia tiene una política laboral muy flexible y generosa, que contrasta con la de otras grandes empresas tecnológicas que han realizado despidos masivos en los últimos años. Nvidia se enorgullece de haber mantenido a toda su plantilla, incluso en los momentos más difíciles. El último recorte de personal que hizo Nvidia fue en 2008.
Huang es el líder indiscutible de la empresa y tiene el apoyo incondicional de los empleados más veteranos, que le consideran un visionario y un mentor. Los empleados más nuevos, en cambio, no están tan contentos con la forma de gestionar el problema de los trabajadores millonarios. Algunos de ellos le dijeron a Business Insider que Huang estaba planteando un asunto importante, pero que no estaba dando una solución efectiva. «Jensen está diciendo básicamente ‘haz tu maldito trabajo’», afirmaron.
Esos mismos empleados se quejaron además de la falta de «planes de rendimiento», explicando que en Nvidia no cuenta con sistemas de evaluación y de formación para medir el rendimiento de sus empleados y, en caso de que éste sea bajo, enviarlos a programas de mejora o de reciclaje. Esto hace que los empleados más nuevos se sientan desatendidos y desmotivados, y que los empleados más antiguos se acomoden y se relajen.
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