Economía
Tarjetas de crédito

Las tarjetas de crédito van a cambiar para siempre

Vamos a tener que acostumbrarnos a un nuevo modo para operar con las tarjetas de crédito que cambian para siempre

Este peligroso fraude te roba los datos bancarios para clonarte la tarjeta de crédito

En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados y los métodos de pago evolucionan constantemente, las tarjetas de crédito se mantienen como una opción predominante para realizar transacciones. A pesar de la creciente popularidad de los pagos con dispositivos móviles como smartphones y smartwatches, un gran número de personas sigue confiando en sus tarjetas de plástico para efectuar sus compras. De hecho, según datos del Banco de España en el 2022 aumentó en más de un 21% el pago con tarjetas con respecto al año anterior lo que demuestra la relevancia de estas en la era digital. Sin embargo, las tarjetas están a punto de cambiar para siempre, de modo que es importante saber de qué modo y cómo nos va a afectar.

Las tarjetas de crédito van a cambiar

Acostumbrados ya al pago con tarjetas que cuentan con el sistema «contactless» con el que solo tenemos que acercar la tarjeta al cajero del que queramos sacar dinero, o al terminal desde el que pagamos, ahora llega un nuevo cambio para las tarjetas de crédito que muchas personas ya están experimentando si han tenido que renovar recientemente su tarjeta.

Las nuevas tarjetas de crédito han eliminado la numeración tradicional, así como el CVV y la fecha de caducidad. Esta innovación en el diseño busca mejorar la seguridad y proteger mejor la información financiera de los usuarios. De este modo, bancos como BBVA y Banco Santander están entre los que ya ofrecen tarjetas sin números, liderando la vanguardia de esta revolución en los medios de pago que provoca el que tengamos que adaptarnos a este nuevo sistema para con las tarjetas y que nos llevará a tener que usarlas de otro modo cuando se trate de pagos o compras online.

Por qué ya no hay números en mi tarjeta bancaria

La razón detrás de la eliminación de los números impresos en las tarjetas bancarias es clara y ya ha sido mencioanada: la seguridad. Al no llevar la información impresa sobre su superficie, en caso de pérdida o robo, las tarjetas no pueden utilizarse para abonar compras online, ya que solo el titular conoce los datos necesarios para completar la transacción. Además, esta medida reduce significativamente el riesgo de fraude y clonación de tarjetas, ya que los datos sensibles no están expuestos físicamente.

Cómo se opera con las tarjetas que no tienen numeración

Operar con tarjetas que no tienen numeración impresa es un proceso sencillo aunque al principio es posible que muchos consideren que es más «pesado» por el hecho de tener que dar varios pasos al operar online con nuestra tarjeta.

Sin embargo, es un método más seguro y para ello cuando hagamos un pago con nuestra tarjeta de forma online o queramos hacer una compra online, cuando estemos en el momento de introducir los datos de nuestra tarjeta, lo que tendremos que hacer será entrar en la aplicación o página de nuestro banco. Una vez dentro deberemos ir a la sección o apartado en el que aparezca la información de nuestra tarjeta, y cuando queramos escribir el CVV que nos solicitarán para hacer el pago, el banco nos pedirá nuestra clave PIN, la introducimos y por unos segundos aparecerá el CVV y también la fecha de vencimiento. De este modo obtendremos esos datos que deberemos introducir como de costumbre en la pasarela de pago de la página o tienda en la que estemos haciendo nuestra transacción.

Esto solo para la operativa por internet con nuestra tarjeta, mientras que para comercios físicos no habrá problema ya que seguiremos con el sistema «contactless» que no solicita PIN o códigos, salvo en algunos casos.

La transición hacia tarjetas de crédito sin numeración visible es un paso adelante en la protección de la privacidad y la seguridad financiera. A medida que más bancos adopten esta tecnología, es probable que veamos una disminución en los casos de fraude y un aumento en la confianza de los consumidores al realizar transacciones tanto en línea como en tiendas físicas. Este cambio no solo representa una evolución en la forma en que manejamos nuestras finanzas, sino que también refleja el compromiso de la industria bancaria con la innovación y la mejora continua de los servicios financieros.