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Si has recibido una ayuda del SEPE en 2024 atento a este mensaje: te puede salir muy caro

Ayuda del SEPE
Una persona con su ordenador.
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

El mes de noviembre traerá importantes cambios para quienes reciben prestaciones por desempleo o cualquier tipo de ayuda del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE). Si te encuentras en esta situación, es fundamental que estés al tanto de ciertas modificaciones. A partir de noviembre, con la implementación del Real Decreto Ley 2/2024, se producirán alteraciones en el régimen de prestaciones que no se deben pasar por alto, ya que su incumplimiento podría resultar en sanciones económicas.

Entre las modificaciones más relevantes se encuentran los nuevos porcentajes de las ayudas económicas. Durante los primeros seis meses, los beneficiarios recibirán el 95% del Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples (IPREM), mientras que en los siguientes seis meses la ayuda se reducirá al 90%. Además, se simplificará la tramitación de las prestaciones, permitiendo que se perciban de forma automática, sin necesidad de esperar un mes para su concesión. También se eliminarán los subsidios parciales y se brindará la posibilidad de acceder a estas ayudas a ciudadanos menores de 45 años sin cargas familiares.

Cambios en las prestaciones del SEPE a partir de noviembre

Hace casi tres meses, el Ministerio de Trabajo y Economía Social aprobó una reforma de los subsidios para mejorar la protección y seguridad de las personas desempleadas. Este cambio, liderado por Yolanda Díaz y su equipo, fue formalizado en el Real Decreto Ley 2/2024 el 21 de mayo. Su propósito principal es facilitar el acceso a las ayudas del SEPE y permitir que los beneficiarios puedan compatibilizar el trabajo con las prestaciones.

La reforma entrará en vigor el próximo 1 de noviembre de 2024 y mantendrá dos subsidios específicos: uno para el desempleo tras agotar la pensión contributiva, destinado a mayores de 52 años, y otro para aquellos con cotizaciones insuficientes. Sin embargo, dejarán de existir otras ayudas dirigidas a quienes hayan agotado su prestación por desempleo. Aquellos que ya estén percibiendo alguno de los subsidios que se eliminan en noviembre continuarán recibiéndolos, a pesar de la desaparición de estas ayudas.

Los beneficiarios de las ayudas por desempleo recibirán diferentes cuantías según el tiempo que lleven recibiéndolas: durante los primeros seis meses, 570 euros; en los siguientes seis meses, 540 euros; y para el resto del período, 480 euros. Por otro lado, el subsidio para mayores de 52 años se mantendrá en un 80% del IPREM, lo que equivale a 480 euros, mientras que el IPREM permanecerá sin cambios: 600 euros mensuales en 14 pagas.

Subsidios que desaparecen

El SEPE ha comunicado que, a partir del 1 de noviembre, se eliminarán varios subsidios que ayudaban a diferentes grupos de población en situación de vulnerabilidad. Esta decisión ha generado una gran preocupación entre quienes dependían de estas ayudas, especialmente porque no se han propuesto alternativas para reemplazarlas.

Entre los subsidios que se suprimirán se encuentran la Renta Activa de Inserción, que apoyaba a los desempleados con dificultades para volver al mercado laboral, y el subsidio para personas liberadas de prisión, diseñado para facilitar la reinserción social y laboral. También se eliminarán el Subsidio para Emigrantes Retornados, el Subsidio para Pensionistas con Incapacidad Revisada y el Subsidio Extraordinario por Desempleo (SED).

La desaparición de estos subsidios representa un golpe significativo para las personas que se encontraban en situaciones críticas y que dependían de estas ayudas para satisfacer sus necesidades básicas. La ausencia de nuevas medidas por parte del SEPE ha creado incertidumbre y ansiedad entre los afectados, quienes temen que su situación de precariedad se agrave.

Es fundamental que el SEPE y otras entidades competentes busquen soluciones que mitiguen el impacto negativo en estos grupos. Algunas posibles alternativas incluyen la implementación de nuevos programas de inserción laboral, el fortalecimiento de políticas activas de empleo, o la creación de ayudas específicas para aquellos en situaciones vulnerables.

Declaración de la Renta en 2025

A partir de este año, todos los desempleados que reciban prestaciones del SEPE estarán obligados a presentar su declaración de la Renta entre abril y junio de 2025. Esta obligación se aplica independientemente de la duración o cuantía de las prestaciones recibidas, lo que significa que deberán rendir cuentas ante Hacienda sin importar si alcanzan el mínimo de ingresos. Esta normativa se deriva de la modificación del artículo 299 de la Ley General de la Seguridad Social, que se implementará el 1 de noviembre.

Tradicionalmente, la prestación contributiva por desempleo se consideraba un rendimiento del trabajo y, por ende, tributaba al Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Sin embargo, si se capitalizaba el paro, la persona estaba exenta de tributar siempre que mantuviera la actividad durante cinco años. La nueva ley exige que, en caso de no presentar la declaración, los beneficiarios podrían enfrentar la suspensión de la ayuda o tener que devolver las cantidades percibidas.

Además, cualquier prestación, incluida la no contributiva como el Ingreso Mínimo Vital (IMV) o el subsidio para mayores de 52 años, también hay que declararla. Esto es crucial, ya que no hacerlo puede interrumpir el pago de estas ayudas y afectar a la cotización para la jubilación.

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