Economía
SECTOR PRIMARIO

El sector del vino español pide ayuda a la UE para atajar su crisis: «Peligran 3.000 millones al año»

El sector no descarta movilizaciones, pero en conjunto con el resto de agricultores

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

El sector del vino español se encuentra en una grave crisis que afecta de forma especial a aquellos que se dedican a elaborar el tinto. En ese sentido, Joaquín Vizcaíno, responsable vitivinícola de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (Coag), afirma a OKDIARIO que los productores están pidiendo mayor flexibilidad a la Unión Europea para gastar los fondos en cuestiones que no están previstas para poder hacer frente a la reestructuración de viñedos.

«Estamos pidiendo una flexibilidad a la Unión Europea en fondos que tenemos asignados como sector para gastarlos en lo que consideremos», explica el representante. «Hay que remarcar que el sector español del vino, solo en exportación, genera 3.000 millones de euros», revela.

Por ello, el responsable asegura que se trata de «un sector muy importante» que merece «un apoyo por parte de la de la Unión Europea para inversiones». «Lo que queremos es mecanismos que nos ayuden a adaptarnos, a aceptar oferta y demanda», sentencia.

Y es que el mercado del vino está cambiando en los últimos años. Los agricultores que se dedican a este producto están viendo cambios muy pronunciados en la demanda que les obliga a cambiar su forma de trabajar. Sin embargo, estos cambios precisan de inversiones que, en muchas ocasiones, son demasiado elevadas para las explotaciones.

La crisis del vino

«Los precios de los tintos son muy bajos y entendemos que no deberían serlo tanto, porque la bajada del consumo no refleja una situación tan dispar. Sin embargo, los blancos se están ofreciendo al mismo precio», declara Vizcaíno.»Hay más demanda, pero las bodegas están vacías, deberían tener unos precios mucho más al alza que los que están teniendo», lamenta.

«Hay menos stock en bodega que el año pasado y, sin embargo, están dando unos precios por debajo a los del año pasado, con lo cual debería de haber, por lo menos, una continuidad, sino un poquito al alza, porque la situación siendo mala es mejor que la del año anterior», explica.

Es decir, la demanda está cayendo, pero también la oferta, por lo que los agricultores no entienden como ambos movimientos no se están compensando, provocando que los precios se mantengan. Es más, el representante asegura que muchas explotaciones «están vendiendo a pérdidas», algo que iría en contra de la Ley de la Cadena Alimentaria.

«El año pasado hubo muy poca cosecha, con lo cual el mercado este año debería de situarse en otro lugar. Además, esperamos una cosecha este año por debajo de la media. Si la media en España es de 43 millones de hectolitros, se esperan 39 millones. Es decir, por debajo de la media. Venimos, además de una cosecha, el año anterior, que fue extraordinariamente baja», reitera el delegado de Coag.

Unos viñedos en la Ribeira Sacra.

La situación del sector se hace presente en las reivindicaciones de las organizaciones agrarias. De hecho, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) asegura que España se encuentra en una «grave crisis» del vino: «Podemos resistir la embestida del cambio climático, pero no del mercado».

«En el sector del aceite o de frutos secos se habla en euros por kilo de aceituna y de pistacho o almendra, pero en el viñedo se habla de pesetas por kilo de uva para que aparente algo. Es indigno. Un kilo está sobre 30 céntimos y es necesario sobre un kilo y medio para elaborar una botella de vino», declara una representante de UPA.

Además, UPA alerta sobre «alarmantes descensos» en el consumo que también tiene su repercusión en la «asfixiante falta de rentabilidad». «Una cuarta parte de lo que consumimos se queda en España, el resto se va fuera. Pero tanto a un lado como al otro de la frontera, el consumo ha descendido mucho desde el estallido de la crisis del Covid-19», asegura.

La asociación incide en que la demanda de plantaciones de nuevo viñedo ha caído el 45% en sólo un año. Además, UPA muestra que existe un «descontento» entre aquellos que se dedican al sector: «En la zona de Ribeira Sacra, Galicia, se movilizan los productores por el anuncio de la industria de no coger la uva este año».

No obstante, Vizcaíno asegura que no se esperan grandes movilizaciones nacionales del sector, pues para tener un mayor impacto deberían de asociarse con el resto de agricultores y presionar en conjunto, algo que sí que no descarta.