Economía
guerra comercial

Scholz rechaza el proteccionismo europeo frente a la competencia de China

Son políticas comerciales que, para el canciller, encarecen los productos y empobrecen a la sociedad

  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

El canciller alemán, Olaf Scholz, ha advertido de los peligros que puede suponer para la economía europea el cierre de los mercados a la competencia extranjera, principalmente, procedente de China.

«No vamos a cerrar nuestros mercados a las empresas extranjeras porque eso no es lo que queremos para nuestras empresas», ha dicho el líder germano durante su visita a la planta de Opel en Rüsselheim, al oeste del país, por la conmemoración de los 125 años de la marca automovilística.

El proteccionismo y los aranceles que tiene previsto imponer la Unión Europea (UE) a las importaciones de vehículos eléctricos procedentes de China son políticas comerciales que para el canciller encarecen los productos y empobrecen a la sociedad.

Scholz sobre la competencia de China

«No tengo ninguna duda de que seguiremos estando a la vanguardia de la industria del automóvil en este siglo si nos centramos en el progreso y la innovación», ha comentado, al tiempo que pedía un comercio más justo y libre a nivel internacional.

De momento, los cálculos que se han publicado valoran que el impacto de estas trabas comerciales con China podría costarle a Pekín casi 4.000 millones de dólares (más de 3.600 millones de euros).

En consecuencia, el número de vehículos eléctricos chinos importados a la UE se reduciría en una cuarta parte -unos 125.000 coches- si Bruselas impusiera un arancel del 20%, acorde a los datos ofrecidos en el último análisis sobre la economía mundial del Instituto Kiel.

Aranceles de EEUU

Por su parte, Estados Unidos aplicará la subida de aranceles del 25% al 100% para la importación de vehículos eléctricos de China desde el próximo 1 de agosto, cuando entrarán en vigor también los incrementos a la compra de baterías, microchips para la industria tecnológica y productos médicos, acorde a las intenciones públicas de la oficina del Representante Comercial de EEUU.

De momento, China no ha anunciado oficialmente ninguna represalia, aunque Pekín ha señalado que está dispuesta a imponer aranceles de hasta el 25% a los automóviles importados con motores de gran cilindrada, lo que afectaría, sobre todo, a Mercedes-Benz y BMW.

Los vehículos eléctricos fabricados por marcas chinas como MG y BYD representaron poco menos del 9% de los vehículos de batería vendidos en Europa en 2023, según Dataforce. Aunque se espera que esta cifra aumente a aproximadamente una quinta parte de la cuota de mercado del viejo continente para 2027, según las estimaciones de Transport & Environment.