Economía

Sánchez mantiene su plan de aumentar el gasto pese a la oleada de rebajas en la previsión de crecimiento

S&P ha rebajado este jueves la previsión de crecimiento del PIB de España al 2,2% en 2019 y al 1,7% en 2020. Una nueva rebaja, que se une a las de decenas de instituciones, entre las que se encuentra el propio Banco de España, que rebajó cuatro décimas su previsión para este año fundamentalmente por la incertidumbre política provocada por un Pedro Sánchez que se mantiene firme en su intención de aumentar el gasto público.

Sólo en 2018, Pedro Sánchez elevó el gasto público sobre el PIB en 21.000 millones de euros, en la que era la primera subida desde 2012. El gasto público, de este modo, rozó ya los 500.000 millones de euros. Por si esto fuera poco, el denominado ‘programa común progresista’ contempla un nuevo aumento del gasto anual de más de 30.000 millones de euros. Es decir, aproximadamente un 30% más que lo aumentado en 2018, pese a que la situación es, desde luego, preocupante, tal y como reflejan los principales bancos de inversión e instituciones con sus constantes rebajas en los pronósticos de crecimiento del PIB de España.

Y es que Sánchez tiene todo un abanico de sorpresas que conllevaran un aumento del gasto superior al crecimiento del PIB. Lo que implica un déficit que desde Bruselas nunca verán con buenos ojos. Un déficit que, sin embargo, desde el PSOE insisten en blanquear con unos objetivos de ingresos que no se cree absolutamente nadie.

La agencia de calificación crediticia S&P Global ha rebajado la previsión de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de España hasta el 2,2% en 2019 y hasta el 1,7% en 2020, según se desprende de su estimación trimestral para las economías europeas. De esta forma, la calificadora de riesgos ha rebajado en una décima la previsión de crecimiento del PIB en 2019 y en dos décimas la de 2020 en comparación con la estimación anterior.

Esta semana, el Banco de España también empeoró sus previsiones sobre el crecimiento económico del país para ambos horizontes. Así, la autoridad monetaria situó en el 2% la estimación de crecimiento del PIB en 2019, cuatro décimas menos, mientras que para 2020 situó el pronóstico en el 1,7%, dos décimas menos.

La institución presidida por Pablo Hernández de Cos procedió al ajuste debido al «notable debilitamiento» de la demanda interna, con un retroceso también importante de la inversión en bienes de equipo, así como al «escaso dinamismo» de las exportaciones y el «empuje reducido» de las importaciones.