Economía
Se avecina una fuerte subida de tributos

Sánchez se inspira en Torra para la subida del Impuesto de Sucesiones que planea en todo el país

Las arcas del estado recaudan una media de 2.500 millones de euros al año con este tributo, que supone un 2% del Producto Interior Bruto (PIB).

  • Andrea Aguado
  • Redactora de economía y coordinadora de OKMOTOR. Amante de las cuatro ruedas y la industria. Antes en informativos de Radio Televisión Castilla y León.

Vuelve el miedo a la subida de los tributos. El Gobierno del independentista Quim Torra ha aprobado un incremento del Impuesto de Sucesiones y Donaciones en Cataluña como parte de los nuevos presupuestos de la Generalitat para el 2020. Una medida fiscal que también quiere implantar el Gobierno de Sánchez en todo el país.

«El camino que ha abierto el presidente de Cataluña, Quim Torra, lo va a continuar el Gobierno», asegura Miguel Ángel Ramos Gabilondo, secretario de la Federación Nacional Contra el Impuesto de Sucesiones (Fencis), que califica esta medida como «insensible e injusta».

Por su parte, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, dejo clara su intención de «armonizar» los impuestos cedidos a las comunidades autónomas, es decir, Sucesiones y Patrimonio, en el marco de la reforma de la financiación autonómica.

La armonización de Montero

«Montero habla de armonizar, que es un eufemismo de subir», explica Gabilondo, que critica que «mientras otros países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) eliminan este impuesto injusto para los ciudadanos, España se encarga de elevarlo demostrando su afán recaudatorio en plana crisis sanitaria y económica».

Unos planes que el Ejecutivo ya tenía en mente antes del estallido de la crisis del coronavirus: «Lo que quiere Montero es recaudar más dinero a costa de los ciudadanos, pero no es algo nuevo. Desde que Pedro Sánchez llego a la Moncloa dejo entrever sus intenciones con el aumento de los tributos», afirma.

«Nuestra federación siempre ha defendido la injusticia y crueldad que representa este ‘impuesto de muerte’, pero creemos que en estos momentos es más necesario que nunca eliminar esta carga fiscal», argumenta el secretario de Fencis.

«Miles de personas van a perder sus herencias porque no van a poder asumir el pago del Impuesto de Sucesiones y Donaciones cuando han perdido su trabajo», critica y recuerda a Pedro Sánchez que, según las previsiones, la tasa de desempleo escalará hasta el 19%.

Los planes de Torra

La actual modificación de este tributo en Cataluña significa que se reducen las bonificaciones para los hijos mayores de 21 años y para los ascendientes. ¿El resultado? Una importante subida del impuesto, que incluso podría multiplicar por 10 la factura de Hacienda para el caso de herencias cuyos bienes asciendan a unos 300.000 euros.

Además, las bonificaciones del 99% que introdujo Artur Mas han sido parcialmente eliminadas. Una medida que afecta de lleno a las sucesiones de pequeñas y medianas empresas, que no pueden compatibilizar la bonificación del 95% por empresa familiar con la bonificación por patrimonio afecto a la actividad empresarial.

Un 2% del PIB

El impuesto de sucesiones grava el patrimonio adquirido por las personas físicas a través de herencias, legados o donaciones. Se trata de un tributo de carácter nacional, pero que esta transferido a las comunidades autónomas, ya que se encuentra en el marco de la corresponsabilidad fiscal.

Las arcas del estado recaudan una media de 2.500 millones de euros al año con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, que supone un 2% del Producto Interior Bruto (PIB).

«Un 10% de las personas que aceptan una herencia tienen que renunciar a ella porque no pueden pagar este impuesto», explica Miguel Ángel Ramos Gabilondo y asegura que «la subida de este impuesto solo provocará que este porcentaje se dispare».