Sacyr dirime en la Junta de Accionistas la batalla interna planteada por Moreno Carretero

Sacyr celebra este jueves su Junta de Accionistas más convulsa. José Moreno Carretero, segundo accionista con un 12,56% del capital, ha planteado varios cambios importantes en la gestión de la constructora, cuyo núcleo duro se niega a aceptar. Los accionistas deben votar ahora y desnivelar la balanza.

Si no hay sorpresas, lo normal es que el grupo de accionistas que apoyan al presidente, Manuel Manrique, tumben las propuestas de Carretero.  Manrique -1,55% de las acciones- tiene el apoyo de Demetrio Carceller -18,1% del capital-, el ex presidente José Manuel Loureda -7,8%- y el Grupo Fuertes -6,2%- y Lopesan -2%-.

Moreno Carretero ha planteado media docena de puntos adicionales al orden del día original de la asamblea, entre ellos el nombramiento de un consejero delegado y separar los puestos de primer ejecutivo y presidente que actualmente concentra Manrique -el año que viene cumple 65 años-.

El segundo accionista de Sacyr intervendrá en la Junta -previsiblemente a través de un abogado de su sociedad, Beta Asociados- para defender sus propuestas. Carretero admite que será difícil que salgan adelante puesto que no cuenta con el apoyo del resto del consejo.

Más consejeros

La batalla comenzó hace un año cuando Carretero planteó a Sacyr aumentar su número de consejeros en virtud de su porcentaje de acciones, un 16%. El consejo de la compañía detectó que su participación no era totalmente directa -solo un 5%, el resto en derivados- por lo que le denegó esa posibilidad.

A cambio, Sacyr redujo el número de consejeros en representación del resto de accionistas y nombró otros independientes.

Además, en el consejo del 26 de abril, Sacyr decidió aprobar una modificación  del reglamento de funcionamiento para obligar a todos los consejeros a pedir autorización del Consejo para poder ampliar su participación en la empresa.

Este movimiento de Manrique ha sido impugnado en los tribunales por Carretero, alegando que es ilegal y que reduce la libertad de los accionistas.