Economía
Amiguismo en el Gobierno

Ribera adjudica a dedo a una consejera socialista de Enagás un contrato para el mercado eléctrico europeo

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Enésimo caso de amiguismo de Teresa Ribera, la ministra para la Transición Ecológica de la que depende la política energética. Ha adjudicado a dedo un contrato a la conocida socialista Natalia Fabra, consejera de Enagás, para el «desarrollo de una propuesta de reforma del mercado mayorista eléctrico de la Unión Europea», no sólo del español. Este contrato se produce después de que la semana pasada, el marido de Ribera cambiara su asiento en el consejo de la CNMC, que vencía en 2023, por otro en la CNMV para asegurarse seis años más de trabajo.

La adjudicación tiene un presupuesto de 14.900 euros sin impuestos, 100 euros por debajo del límite que obliga a convocar un concurso público, por lo que se puede otorgar por adjudicación directa al tratarse de un «contrato menor» del Estado.

También llama la atención que, tratándose de un plan para la reforma del mercado eléctrico europeo, no cuente con financiación de fondos de la UE, sino que se pague íntegramente con dinero del contribuyente español. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, planteó la semana pasada una «completa y profunda reforma del mercado eléctrico» para desligarlo de la influencia dominante del gas en el precio de la electricidad.

Se supone que el plan encargado por Ribera a Natalia Fabra, catedrática de fundamentos de análisis económico en la Universidad Carlos III y principal investigadora del proyecto «Herramientas actuales y desafíos de política en los mercados de electricidad» del European Research Council.

Pero la relación entre Fabra y el PSOE viene de lejos. Es hija del expresidente socialista de Red Eléctrica Jorge Fabra, conocido por sus posiciones contrarias a la liberalización del mercado y a favor de las grandes empresas del sector. Pertenece al Consejo Asesor de Asuntos Económicos para la vicepresidenta Nadia Calviño y al Foro para la Transición Energética Justa e Inclusiva montado por la propia Ribera. Desde mayo de 2021, también es consejera de Enagás, el gestor técnico del sistema gasista y propietario de la red de transporte de este combustible.

Los «independientes» de Enagás

Como ha venido denunciando OKDIARIO, el consejo de Enagás está copado por cargos nombrados por los partidos políticos, en otro caso escandaloso de asalto por el Gobierno a empresas semipúblicas, cuyo último capítulo se está viviendo en Indra. A pesar de ello, estos consejeros tienen la consideración de «independientes».

Así, tienen asiento por parte del PSOE José Blanco, José Montilla, Natalia Fabra y María Teresa Arcos, aparte del presidente, Antonio Llardén (PSC). Y hay otro consejero ligado a Podemos: Cristóbal Gallego.

Nombrados por el PP sólo quedará Ana Palacio, ya que Ribera ha destituido a Isabel Tocino, Antonio Hernández Mancha e Ignacio Grangel. El único consejero que cumple los requisitos para ser independiente es David Sandalow. Tan escandalosa era la situación, que la CNMV se negó a que otra socialista, Maite Costa, tuviera la consideración de «independiente». Lo cual no impidió su nombramiento con una categoría que es un cajón de sastre: «otros consejeros externos».

Ahora, además de este asiento y de los órganos consultivos citados, Fabra ha sido agraciada con este contrato a dedo. El amiguismo de Teresa Ribera continúa a toda máquina.