Economía
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Repsol disminuye su beneficio por la guerra comercial y gana 366 millones en el primer trimestre

La guerra comercial iniciada por Donald Trump afecta a la cotización del petróleo y a los márgenes de refino

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

Repsol ha sufrido los impactos de las inestabilidades globales generadas por la guerra comercial iniciada por Donald Trump, especialmente aquellas que afectan a la cotización del petróleo y a los márgenes de refino y química. Con todo, la petrolera española obtuvo un beneficio neto de 366 millones de euros en el primer trimestre del año, según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Así, el resultado neto ajustado del grupo, el cual mide la marcha de los negocios de forma específica, se situó en los 651 millones de euros en marzo, lo que representa un 48% menos que los 1.267 millones de euros del mismo periodo del año pasado.

Por otro lado, el resultado bruto de explotación (Ebitda) de la compañía entre enero a marzo se situó en los 1.587 millones de euros, es decir, un descenso del 25,9% en comparación con el mismo periodo de 2024.

El contexto es complicado a nivel internacional: una cotización del crudo Brent a la baja, un promedio de 76 dólares por barril en el trimestre, y unos márgenes de refino (5,3 dólares por barril) más de la mitad de hace un año. Por ello, Repsol señala que su modelo integrado «ha demostrado otra vez su resiliencia y le ha permitido alcanzar un comportamiento sólido».

De esta manera, la compañía afirma que siguió implementando su estrategia 2024-2027, «mejorando la retribución al accionista, consolidando su fortaleza financiera y avanzando con proyectos de futuro».

Resultados de Repsol

En el primer trimestre de 2025, Repsol avanzó en su estrategia de rotación y optimización de activos, logrando el objetivo de 700 millones de euros en desinversiones. Este esfuerzo incluyó la incorporación de socios estratégicos en sus carteras de exploración, producción y renovables.

Entre las operaciones más destacadas se encuentran la creación de una joint venture con NEO Energy para integrar los activos de exploración y producción en el Reino Unido, así como la entrada de Schroders Greencoat y Stonepeak en portafolios renovables en España y Estados Unidos, respectivamente.

El flujo de caja operativo de la compañía alcanzó los 1.142 millones de euros, permitiendo compensar en parte las inversiones, intereses, el dividendo de enero y la recompra de acciones dentro del programa actual.

Sin embargo, esta cifra representó una disminución de 220 millones de euros en comparación con el mismo periodo de 2024. Las inversiones netas realizadas entre enero y marzo ascendieron a aproximadamente 1.000 millones de euros.

La deuda neta del grupo se situó en 5.830 millones de euros al cierre del trimestre, lo que supone un incremento de 822 millones de euros respecto al cuarto trimestre de 2024. El ratio de apalancamiento del grupo subió al 16,9%, en comparación con el 14,7% del trimestre anterior, mientras que el ratio de apalancamiento excluyendo arrendamientos alcanzó el 5,9%.

Edificio de Repsol.

En lo que respecta a los dividendos, Repsol mantiene su compromiso de retribución creciente al accionista. En enero abonó 0,475 euros brutos por acción y propondrá a la junta general de accionistas la aprobación de dividendos de 0,50 euros brutos por acción para distribuir en julio de 2025 y enero de 2026, respectivamente.

Así, la empresa suma un total de 0,975 euros brutos por título, un 8,3% más que lo abonado en 2024. También ha puesto en marcha un programa de recompra con el objetivo de amortizar acciones, anunciado en febrero.

«Durante el primer trimestre de 2025 hemos establecido las bases para cumplir con nuestros objetivos del año, garantizando nuestro compromiso de remuneración al accionista, optimizando inversiones y mejorando nuestro portafolio a través de desinversiones que representarán una entrada de caja de entorno a los 700 millones de euros, incluyendo nuestra primera rotación de activos de Generación Baja en Carbono en los Estados Unidos», destacó el consejero delegado del grupo, Josu Jon Imaz.

La energética apuntó a un «escenario ácido» para lo que resta de año 2025, en los que prevé unos precios a la baja, con un Brent a 65 dólares el barril; un Henry Hub a 3,5 dólares/Mbtu y un margen de refino de 4 dólares por barril.

A pesar de ello, indicó que mantiene sus compromisos incluso bajo este escenario adverso de un flujo de caja de las operaciones de entre 5.500 y 6.000 millones de euros; así como unas inversiones netas de entre 3.000 y 3.500 millones de euros, considerando en torno a 2.000 millones de euros de desinversiones y rotación del portafolio y asumiendo una flexibilidad inversora de alrededor de 500 millones de euros.

Además, el grupo dirigido por Josu Jon Imaz afirmó que mantiene una remuneración al accionista de entre el 30%-35% del flujo de caja de las operaciones.