Qué tipos de quiebra existen
No todas las compañías que entran en quiebra llegan a esta situación por las mismas razones. En algunos casos, puede ser por, simplemente, no haber sabido prever hacia dónde se dirigía el sector o, por ejemplo, por la entrada de nueva competencia que ha arrebatado un alto porcentaje de cuota de mercado. Ahora bien, en otras ocasiones, puede ser que haya habido una determinación por parte del empresario para llegar a tal situación. De acuerdo a esta clasificación, encontramos los siguientes tipos de quiebra:
- Fortuita: no hay una intención por parte del empresario. El desarrollo de la actividad no ha sido el esperado y, aunque se ha intentado solucionar la situación y tomado medidas al respecto, finalmente no se ha podido revertir la situación.
- Culpable: el empresario no ha cumplido con algunas de las obligaciones que tenía estipuladas.
- Fraudulenta: existe una intención directa, por parte del empresario, de no devolver el capital que le han prestado los acreedores. Es decir, ha querido estafarlos pidiendo un dinero que tenía claro de un buen inicio que no iba a devolver.
Tipos de quiebra según quién inicia el procedimiento
El proceso de quiebra se inicia después de la petición de alguna parte, ya sea la propia empresa o algún agente externo. Según ello, podemos encontrar las siguientes variantes:
- Voluntaria: el propio empresario es quien inicia el procedimiento para declararse en quiebra porque es consciente que no le será posible afrontar las deudas pendientes. Ahora bien, este punto no implica necesariamente que haya una consideración de insolvencia total. Por lo tanto, puede existir una posibilidad de devolución futura de, como mínimo, una parte de lo pedido. Puede realizarse en caso que la compañía considere necesaria una reestructuración de su actividad para seguir funcionando.
- Involuntaria: en este caso es un acreedor el que inicia todo el proceso de quiebra. Para poderlo hacer, debe de demostrar que la empresa deudora no dispone de suficientes recursos para afrontar esta deuda.
¿Cómo se liquida una empresa?
Una vez presentada la quiebra, la empresa puede presentar un plan de reestructuración en el cual detalle, de forma concreta, los pasos que seguirá y recursos que precisará para seguir funcionando. Tal plan se presenta a los acreedores, que lo aceptan o no. En el primer caso, la compañía prosigue. En caso contrario, se inicia el proceso de liquidación.
Para acompañar todo el proceso, un juez o árbitro designa un custodio de bienes, que se encarga de tener controladas las propiedades de la empresa desde el momento que se realiza la petición de quiebra. De esta forma, se evita que la compañía realice alguna venta sin considerar los intereses de los acreedores. Éstos, también, escogen un síndico que será el encargado de llevar la liquidación. A partir de aquí, de acuerdo al orden de prioridad establecido por la ley, irá gestionando las devoluciones pertinentes a los acreedores afectados.
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