Economía
WHATSCINE, UN EJEMPLO DE INVERSIÓN RESPONSABLE

La CNMV da luz verde a la Bolsa social: ganar dinero siendo solidario

¿Se puede invertir en cuestiones sociales y medioambientales y ganar dinero? Esta es la pregunta que muchos inversores se hacen en estos nuevos tiempos. La Bolsa Social es la primera plataforma de financiación participativa aprobada por la CNMV que se centra en aquellas compañías que nacen con un potencial impacto positivo sobre la sociedad y el medio ambiente.

Ahora que está tan de moda el término crowdfunding, o lo que es igual conseguir fondos a través de aportaciones populares, nuevos palabras inglesas se incorporan a nuestro lenguaje como crowdinvesting (financiación participativa) o crowdequity (das un dinero y a cambio te dan acciones de la compañía).

Este último escenario es por el que ha apostado la Bolsa Social, una plataforma de financiación participativa, la primera autorizada por la CNMV en España y fundada por José Moncada junto a un grupo de expertos financieros.

Este ejecutivo explica a OKDIARIO que es posible ganar dinero invirtiendo en compañías con conciencia social y preocupación medioambiental, algo a lo que muchos inversores ahora prestan atención hartos de descubrir que su dinero se utiliza para financiar guerras o participar en negocios con los que los accionistas no están de acuerdo.

La Bolsa Social está dirigida a inversores que se preocupan por los aspectos éticos de sus decisiones económicas; es decir, para aquellos inversores con valores que, junto a la rentabilidad económica, dan importancia al impacto social y medioambiental que producen sus inversiones. Son los llamados «inversores de impacto social», aclara a este periódico el fundador de esta plataforma.

Esta, tras un detenido análisis selecciona pymes y startups con buen modelo de negocio y potencial de crecimiento, asegurándose de que las premisas anteriores se cumplen y ofreciendo a los potenciales inversores mediante unos golpes de ratón la oportunidad de saber más de la empresa seleccionada. Un negocio que por ejemplo entre Francia y el Reino Unido ya supone 7.000 millones de euros.

Los potenciales inversores pueden entrar en el capital (equity) de la empresa seleccionada con una aportación de 1.000 euros, si es de 3.000 euros o más deben rellenar un cuestionario en el que se pretende descubrir el grado de conocimiento financiero del flamante accionista para que luego no haya ningún malentendido.

Estamos hablando de empresas que arrancan, por lo que hay que asumir cierto grado de riesgo y sobre todo, mucha paciencia hasta que el proyecto madure. Como aliados, la Bolsa Social cuenta con el apoyo de Triodos Bank, banca ética y sostenible de referencia en Europa, y de la firma Analistas Financieros Internacionales (AFI) a cuyo frente está Emilio Ontiveros.

La garantía es que al estar supervisada por la CNMV todas las cuentas así como sus operaciones son monitorizadas y ya se está trabajando, comentaron sus fundadores en exclusiva a este periódico, en la elaboración de un mercado secundario que permita hacer liquidas estas inversiones como sucede con las cotizadas normales.

Whatscine: ciegos y sordos pueden disfrutar del cine de estreno

Como ejemplo de la viabilidad de este proyecto se nos presenta su última inversión; WhatsCine. Se trata de una aplicación que permite a los ciegos y sordos españoles disfrutar del cine de estreno igual que el resto de ciudadanos. Aunque parezca mentira y no sólo en nuestro país sino en todo el mundo, las personas con estas discapacidades no tienen la posibilidad de acudir a las salas de proyección como el resto de los mortales.

Fernando Villamanta, CEO de Whatscine recogió un proyecto de la Universidad Carlos III que permitía “traducir” a ciegos y sordos cualquier película. Para ello pusieron en marcha un proyecto de equity crowdfunding, por un total de entre 250.000 y 300.000 euros.

Ya han conseguido la primera cifra ofreciendo la posibilidad de que 2 millones de personas en nuestro país con estas discapacidades puedan ir al cine igual que los demás. Un proyecto perfectamente exportable a USA e Hispanoamérica, con unos 60 millones de personas en estas circunstancias, y la industria del cine ya les está facilitando las películas 15 días antes del estreno para que las adapten a estos potenciales nuevos espectadores.

En esta inversión Villamanta asegura que los analistas financieros afirman que la inversión mínima, 1.000 euros se puede multiplicar por 10 en un corto espacio de tiempo. Se trata de un software que incluye un triple sistema de accesibilidad: de audiodescripción (indicado para la discapacidad visual), lengua de signos y subtítulos adaptados para la discapacidad auditiva.

Al proyecto se acaba de sumar Movistar+, a través de la app Movistar+ 5S, sin coste adicional para el usuario. Esta aplicación en 2015 recibió el Premio Reina Letizia de Tecnología de la Accesibilidad y en junio de este año el Premio Innovación y Creación Antonio Magariños.