Economía

Peter Thiel, el díscolo de Silicon Valley que apostó por la victoria de Trump

Sin complejos. Peter Thiel, el cofundador de PayPal que ostenta entre sus manos una fortuna de 2.700 millones de euros, no tuvo reparos en mostrar su apoyo a Donald Trump delante de sus compañeros de Silicon Valley y frente al mundo. California tiene un ecosistema innovador y universitario que, usualmente, tiende a apoyar la candidatura demócrata. El inversor donó a la campaña del magnate 1,25 millones de dólares y fue delegado californiano de la candidatura Trump, un hecho por el que algunos colegas han anunciado que no harán negocios con él.

Apostó por Trump y no se equivocó, el teñido millonario ha conseguido el apoyo de los electores norteamericanos y se ha convertido, contra todo pronóstico, en el presidente de los Estados Unidos. Thiel es de los que arriesga fuerte y hace caso de su instinto, en 2005 predijo que la energía y el dólar subirían, no erraba, hizo una operación redonda. Cree que Hillary Clinton olvidó el eje económico en su campaña electoral y “dejó de lado el lema que usó su marido en 1992: “Es la economía, estúpido”. El magnate tecnológico ha explicado que en un enfrentamiento con Bernie Sanders a Trump le “hubiera costado más ganar y hubiera sido una carrera saludable para el país” porque hubieran llegado a acuerdos sobre el estancamiento de EEUU a pesar de tener ideologías enfrentadas. «Ya no creo que la libertad y la democracia sean compatibles», declara Thiel.

Tras ganar Trump, la pregunta ahora es si Thiel tendrá o no un papel protagonista en el nuevo escenario gubernamental. Seguramente la respuesta sea sí, vociferar públicamente su homosexualidad ante centenares de republicanos moralistas en la Convención Nacional Republicana de Cleveland y enfrentarse a Silicon Valley no debe salir gratis. “Voy a ayudar al presidente en todo lo que pueda”, decía Thiel el día de la victoria republicana. Continuaba explicando el millonario que “una página nueva de la historia se ha abierto y hay un nuevo resquicio para ver los problemas desde nuevas perspectivas”.

«Ya no creo que la libertad y la democracia sean compatibles»

Una tirria por parte de sus colegas que él no debe percibir (o hace oídos sordos) a juzgar por sus palabras hacia la meca tecnológica de California. El inversor expone sin recato que mientras Silicon Valley está capitaneado por “ingenieros que resuelven problemas, Washington DC está dirigido por abogados dedicados a crear procesos interminables”. Algunos ya aventuran que Trump podría darle un puesto en el Tribunal Supremo, Thiel es abogado por la Universidad de Stanford, un lugar privilegiado en la justicia estadounidense que formó parte de los sueños del inversor en su juventud, pero que ya ha sido descartado por él mismo empresario de origen alemán.

Conocido en Silicon Valley como el “Don” de la Mafia PayPal

Thiel forma parte de un grupo llamado “PayPal Mafia” compuesto por ex miembros de la plataforma de pago que hoy son multimillonarios. En 2002 vendieron la firma de pago a Ebay por 1.500 millones de dólares. Tras esto el selecto grupo comenzó a repartir su riqueza en tecnológicas como LinkedIn, Tesla Motors o Youtube y, no solo eso, también abrió como por arte de magia las puertas de las compañías a sus ex empleados. Unos hechos que propiciaron el sobrenombre del grupo. Además, para más datos, el inversor Thiel es conocido entre los mentideros “siliconianos” como “Don Mafia PayPal”, un apodo aumentó tras aparecer con un traje de gánster en la revista Fortune.

Grupo «PayPal Mafia» del que Thiel forma parte. (Foto: Revista Fortune)

Nunca escondió su apoyo y simpatía por Trump, alega que “es constructor y que x”. Un fervor republicano que le ha costado más de un disgusto entre sus semejantes de Silicon Valley, éstos opinan que el nuevo presidente va a ser nefasto para el clima creador tecnológico del país y, por ende, del resto del mundo. Trump, según los expertos en economía norteamericana, no tiene el menor interés en la tecnología o las energías renovables, dos variables muy importantes para esta comunidad.

El inversor es, además, uno de los primeros inversores de Facebook y forma parte de su consejo de administración, un hecho que ha puesto a la red social en el punto de mira de las disputas en Silicon Valley. Eso sí, Mark Zuckerberg ha salido del brete y ha cerrado la polémica advirtiendo que “aceptar los diferentes puntos de vista políticos es una parte esencial de la compañía. No podemos defender la diversidad y luego excluir a la mitad del país por apoyar a un candidato político”. Chimpún.

«América necesita ser construida de nuevo y Trump es constructor»

Algo parecido ha argumentado la compañía Y Combinator (YC), de la que Thiel es accionista, cuando Project Incluide pidió a la incubadora tecnológica que despidiera al fundador de PayPal por sus simpatías hacia Trump. Nada de esto ocurrió, el presidente Paul Graham defendió a Tiel, de quien dijo que es “excéntrico pero honesto” y defendió que “nadie debe ser despedido por sus visiones políticas”. Finalmente, Project rompió todo lazo con YC porque apoyar al presidente de EEUU, exponen, es “apoyar la violencia y el odio”.

Antes que a Trump, Thiel ya respaldó otras candidaturas políticas como la de Rand Paul, senador por Kentucky, en 2008 y 2012. Y también apostó por Carly Fiorina, la ex presidenta de HP durante las primarias de 2016. Ninguna de estos empeños políticos llegó a buen puerto, pero con Trump ha acertado todas las quinielas aunque el viento de las encuestas no haya soplado en su favor.