La persecución de Sánchez e Iglesias a las sicav pone en riesgo 30.000 empleos y 30.000 millones

Abrazo entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez después de anunciar su acuerdo para la XIV Legislatura.
Pablo Iglesias y Pedro Sánchez.
Borja Jiménez

Los casi 414.000 inversores españoles que confían en las sociedades de inversión de carácter financiero (sicav) como instrumento de ahorro pronto se quedarán sin ellos por la populista e ilógica criminalización de este producto por parte del inminente gobierno socialcomunista. En total, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez ponen en riesgo unos 30.000 millones de euros -que están invertidos en sicav- y los 30.000 empleos que dependen de la existencia de este instrumento financiero.

El acuerdo entre PSOE y Podemos dice: «Ejerceremos un mayor control sobre las sicav. Otorgaremos a los órganos de inspección de la Agencia Tributaria la competencia para declarar a efectos exclusivamente tributarios el incumplimiento de los requisitos establecidos para las sicav en la normativa financiera. Igualmente, se establecerán requisitos adicionales para la aplicación por las sicav del tipo impositivo reducido tendentes a asegurar su carácter de instrumento de inversión colectiva, por ejemplo, estableciendo un tope de concentración de capital en manos de un mismo inversor (incluyendo la participación de personas físicas o jurídicas vinculadas)».

Sánchez, Iglesias, Montero, Echenique y compañía obvian -o, lo que es peor, ignoran- que las sicav reciben exactamente el mismo trato fiscal que reciben los fondos de inversión

Este pacto, de este modo, ha puesto en jaque los casi 30.000 millones de euros de patrimonio que tienen las casi 2.600 sicav que existen en España. Y es que la formación que lidera Pablo Iglesias pretende acabar de un plumazo con ellas. Los expertos consultados por OKDIARIO apuntan a una fuga de capitales de la práctica totalidad de estas cantidades, antes incluso de su eliminación.

De hecho, desde octubre de 2002 nunca habían existido menos sicav circulando por España: según la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), existen 2.580 en la actualidad. Según el propio regulador, «en 2019 continuó disminuyendo el número de sicav registradas (…) a causa de varios procesos de liquidación, fusión y transformación de entidades». 

Criminalización populista 

Podemos lleva tiempo persiguiendo a este vehículo financiero por tributar al 1%, en lugar del tipo general (28%). Sin embargo, Sánchez, Iglesias, Montero, Echenique y compañía obvian -o, lo que es peor, ignoran- que las sicav reciben exactamente el mismo trato fiscal que reciben los fondos de inversión.

La gran diferencia entre sendos vehículos: que las sicav requieren un importe inicial de 2,4 millones de euros para su constitución, que deben aportar, mínimo, cien accionistas.

Los principales damnificados si salen adelante las propuestas del PSOE que, según los expertos, ahuyentarían a los inversores de estos vehículos, serían, además de los propios accionistas y los 30.000 empleados que cuelgan de este instrumento, los bancos. Según Vdos, más de un 60% del patrimonio total que gestionan las sicav está administrado por entidades bancarias, que gestionan casi 19.000 millones de euros. El resto, está en manos de grupos independientes (que cada vez alcanzan una mayor cuota) y grupos internacionales.

Pedro Sánchez ya ha atacado a las sicav. El presidente del Gobierno en funciones quiere otorgar poderes plenos a la Agencia Tributaria para inspeccionar este tipo de sociedades en caso de que los hombres de Hacienda consideren que incumplen los requisitos de la ley de sociedades de inversión en materia de ahorro colectivo.

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