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El palo que llega en 2026 esconde algo más: así afectará a tu nómina el nuevo recargo para las pensiones

Aunque hoy se celebre la Navidad, seguro que muchos ya piensan en el fin de año y en todas aquellas novedades que nos va a traer el 2026. Y en el contexto de los trabajadores, seguro que muchos ya se van a dar cuenta en enero, de qué modo, el arranque del nuevo año traerá un cambio discreto pero inevitable en las nómina de todos los trabajadores. No será una sacudida brusca y tampoco una reforma que tenga un impacto inmediato, pero sí podemos hablar de un ajuste que todos vamos a notar tarde o temprano. Las empresas pagarán un poco más por cada empleado y los salarios netos se reducirán unos euros. Pero el motivo para esto no es nuevo, sino que forma parte del del calendario pactado en la última reforma de las pensiones.

Se trata del aumento del Mecanismo de Equidad Intergeneracional, un recargo en la nómina de los trabajadores y que fue creado para reforzar la financiación del sistema público ante el retiro masivo de la generación del baby boom. La medida no nace ahora, estaba prevista desde 2023 y forma parte de un plan gradual que irá subiendo año a año. Pero es en 2026 cuando muchos trabajadores quizás se fijen por primera vez ese pequeño descenso en su nómina o lo noten más que otros años. El Gobierno lo plantea como un esfuerzo colectivo para proteger la sostenibilidad futura del sistema. Sin embargo, para la mayoría de empleados lo relevante es otra cosa y es saber cuánto bajará exactamente su salario, cuánto pagará la empresa por ellos y si este ajuste seguirá creciendo con el tiempo.

Qué es realmente el MEI y por qué se aplica en la nómina

El MEI funciona como una cotización adicional que se aplica sobre el salario bruto, igual que el resto de aportaciones sociales. Su destino es claro: alimentar el Fondo de Reserva de las pensiones, la conocida hucha, con la intención de tener recursos suficientes cuando la jubilación de los baby boomers alcance su punto más alto.

Un detalle importante que conviene recordar es que esta aportación no genera derechos futuros. Es decir, que el trabajador no verá aumentada su pensión individual por haber pagado el MEI. Como ya hemos mencionado, se trata únicamente de una medida diseñada para reforzar la caja común, no para mejorar prestaciones concretas.

Qué cambia exactamente en 2026

Hasta ahora el recargo del MEI estaba fijado en el 0,8 por ciento del salario bruto. A partir del 1 de enero de 2026 ese porcentaje subirá al 0,9 por ciento. Como ocurre con el resto de cuotas sociales, ese porcentaje se divide entre la empresa y el trabajador. La mayor parte corre a cargo del empleador y una fracción menor se resta del salario del empleado. En concreto y para 2026, la empresa afrontará el 0,75% mientras que el trabajador tendrá que hacer frente al 0,15%.

En términos prácticos esto significa dos cosas. Por un lado, el coste laboral para las empresas sube. Por otro, el salario neto de los trabajadores disminuye ligeramente, aunque el impacto sea pequeño en el corto plazo.

Cómo se traduce en una nómina real

Para un sueldo de 30.000 euros brutos al año, el efecto del MEI será de apenas unos euros mensuales. El trabajador perderá una media de entre 3 y 4 euros por mes antes de impuestos, una cifra que es modesta pero que refleja la dirección en la que va el sistema. La empresa, como decimos y como ocurre con la mayoría de cotizaciones, asumirá la mayor parte del incremento. Y aunque las cantidades sean reducidas, el objetivo del mecanismo no es recaudar grandes sumas de inmediato, sino ir acumulando recursos de forma constante en los próximos años.

¿Seguirá subiendo este recargo?

Sí. El calendario aprobado establece que el MEI continuará aumentando de manera progresiva hasta llegar al 1,2 por ciento en 2029. A partir de ese momento, el Gobierno podrá mantenerlo, ajustarlo o modificarlo según la situación financiera del sistema de pensiones y las necesidades de su Fondo de Reserva. Esto significa que el esfuerzo adicional en la nómina no se quedará sólo  en 2026. Va a seguir creciendo, aunque de manera gradual, en los próximos años.

A quién afecta y cómo

El MEI se aplica a todos los trabajadores por cuenta ajena, independientemente del tipo de contrato o jornada. Y no sólo eso, también afecta a los trabajadores autónomos, ya que forma parte de sus cotizaciones sociales. Además, no existe opción de renunciar o modificar este recargo, porque es una contribución obligatoria que como ya sabemos está establecida por ley. En definitiva, lo que va a llegar con el nuevo año 2026 no es un golpe brusco, pero sí un aviso. Una pequeña rebaja en el salario neto que forma parte de un plan más amplio para sostener las pensiones futuras. Un ajuste discreto hoy para garantizar que el sistema pueda responder mañana.