Economía
Crisis empresarial

ODDO ve a Grifols en 6,30 € por acción por la posible ampliación de capital y el valor pierde soportes

Los analistas comparan su situación con el derrumbe de John Wood

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Grifols reanudó este lunes su desplome con otro 2,86% hasta 8,37 euros en las acciones A y del 1,65% hasta 6,54 en las de tipo B. Pero la caída puede ir aún más lejos: la prestigiosa firma de inversión ODDO BHF sitúa su precio objetivo en 6,30 euros por acción, en el caso de las B. La razón es que, a su juicio, la cotización no recoge las posibles medidas que tendrá que tomar Grifols tras caerse la OPA de Brookfield, como la probable ampliación de capital.

Con la caída de ayer, Grifols reanuda el derrumbe bursátil iniciado el miércoles pasado y que sólo se interrumpió por un leve rebote el viernes (el llamado «rebote del gato muerto»). Desde que Brookfield anunció el desistimiento de la oferta, el valor ha perdido el 21,45% y ha vuelto a los niveles anteriores al anuncio de la operación en julio.

Pero es que puede seguir cayendo mucho más todavía, hasta los mínimos anuales marcados en la zona de 6,3 euros tras el primer informe de Gotham City. Según el análisis técnico, la cotización ha arrasado el importante soporte de 9,15 euros y eso implica un potencial de caída mínimo hasta 7,7 euros… con posibilidad de volver a los citados mínimos anuales.

La firma francoalemana basa su precio objetivo en que ahora el mercado volverá su atención a los mismos problemas que han lastrado su cotización desde el ataque de Gotham: la crítica situación financiera de Grifols con una probable ampliación en el horizonte y los problemas de gobernanza.

Respecto a la primera, ODDO calcula que los intereses de la deuda se comen actualmente el 70% de su beneficio antes de intereses e impuestos (EBIT) y que en 2025 seguirán suponiendo el 45% del mismo (es una mejora, pero insuficiente, a su juicio), lo que implica un tipo de interés medio del 7%.

En cuanto a la gobernanza, sigue sin resolverse el lío de participaciones cruzadas con Scranton (el holding de la familia Grifols) que se suponía que Brookfield iba a deshacer. Además, ODDO destaca el pobre resultado de sus inversiones: todas las compras superiores 1.000 millones acometidas por la empresa han destruido valor y han incrementado la deuda en 4.500 millones.

Finalmente, señala  cuestiones sin resolver como la presencia de Tomás Dagá , consejero calificado como «otro externo» y socio del bufete Osborne Clarke que es el que representa a la empresa y a la familia, con el consiguiente conflicto de interés.

Ahora, Grifols tiene que moverse para frenar su derrumbe bursátil. Las opciones que contempla ODDO son la refinanciación de la deuda, que será muy complicada; la venta de activos (si bien cuando uno vende a la desesperada (fire sale), el precio suele ser de derribo); y la citada ampliación de capital por la que Grifols no conseguiría un precio de más de 7 u 8 euros para las acciones A, según fuentes del mercado.

Comparación con John Wood

Otras casas de inversión están estableciendo paralelismos entre Grifols y la británica John Wood Group. Esta empresa de servicios de ingeniería y yacimientos petrolíferos tuvo dos intentos de OPA, en 2022 y este año, pero en ambos casos los compradores se retiraron tras hacer la due diligence, como en el caso de Grifols.

A principios de noviembre, John Wood anunció una revisión de sus cuentas por parte de Deloitte ante la falta de transparencia de las mismas -cosa de la que han acusado a Grifols Gotham, Brookfield y Moody’s-, lo que le costó un derrumbe del 44% en un solo día en la Bolsa de Londres Asimismo, JP Morgan decidió dejar de cubrir el valor por las grandes incertidumbre que se abrían.