Economía

Lagarde alerta sobre el auge del populismo entre la clase media

El avance de los populismos es una de las principales preocupaciones en la agenda de los participantes en el Foro de Davos, sobre todo tras la victoria contra todo pronóstico de Donald Trump en EEUU. Christine Lagarde, líder del FMI, cree que hay una necesidad imperante de combatir la «crisis de la clase media» que afecta a las economías avanzadas.

Lagarde ha expuesto, no sin preocupación, que la «ausencia de confianza, de trabajo, de esperanza y el desencanto sobre el futuro, combinada con un crecimiento más bajo, la mayor desigualdad y mucha más transparencia, tenemos entonces los ingredientes perfectos para una crisis de las clases medias en las economías avanzadas». Así lo ha expresado la mandataria gala en una mesa redonda organizada organizada por Bloomberg bajo el nombre de «Cómo solucionar la crisis de la clase media».

Ha explicado la directora del FMI que cuando los votantes de los países «han dicho no», deberían plantearse qué políticas se están aplicando y qué más puede hacerse, incluso qué red de protección puede ponerse en práctica en la sociedad.

Lagarde ha argumentado que acusar a la globalización de la destrucción de puestos de trabajo supone «cierta miopía» a la hora de examinar una cuestión que requiere una análisis más profundo, incluyendo el impacto de los grandes cambios tecnológicos. Ha proseguido argumentado que «si las autoridades no entienden los signos en estos momentos, no sé cuándo lo harán». «Vale, que en 2013 no me entendieran, pero ahora cuentan con el ‘feedback’ de los votantes», añadió la directora del FMI.

En ediciones anteriores, la globalización y el libre comercio han sido dos de los puntos clave en las ponencias y debates de Davos, este 2017 la preocupación es otra. Sobre la mesa se discute del fracaso de las élites empresariales y políticas para ser capaces de prever cualquiera de los vaivenes que han azotado la estabilidad mundial, como el Brexit o el avance de las nuevas formaciones políticas de naturaleza antisistema.

Por su parte, el empresario Ray Dalio ha advertido de que se podría estar llegando a un punto “donde la globalización esté llegando a su fin y los localismos/nacionalismo se están consolidando”. Dalio ha sido menos optimista que Lagarde, “quiero ser claro: el populismo me asusta”.

Por su parte el ex secretario del Tesoro de EEUU, Lawrence Summers, ha destacado que ahora mismo “el populismo es contraproducente” y ha explicado que su presidente electo, Donald Trump, ha puesto en duda el estado de derecho de EEUU “haciendo llamadas a las empresas y presionándolas para crear puestos de trabajo y en dejar sus plantas de producción” en suelo norteamericano. Summers hace referencia así a las presiones que han recibido empresas como Ford, General Motors o Fiat Chrysler para que no se reubicasen en puntos de producción como México.

En un debate presidido por Bloomberg, Richard Baldwin, profesor de Economía Internacional en el Instituto Universitario de Altos Estudios de Ginebra, ha defendido la creación de un sistema que debe proteger a «los más a los trabajadores, no los puestos de trabajo. Debe ser una de las necesidades de los mandatarios”.

Tras el Brexit, el referéndum en Italia o la elección de Trump como presidente, este 2017 viene cargado de cita electorales en Francia, Alemania y los Países Bajos.