La inversión en I+D de la industria farmacéutica registra el mayor incremento de la última década
La industria farmacéutica española ha realizado el mayor esfuerzo en inversión en investigación y desarrollo (I+D) de la última década, al incrementar un 8% el volumen de fondos destinados a la innovación, lo que representa el mayor repunte desde 2008 y una notable aceleración respecto a los últimos ejercicios. De esta forma la industria farmacéutica se consolida como el sector líder en I+D industrial, con un 21% de la inversión total.
El volumen de dinero destinado a inversiones en I+D alcanzó los 1.085 millones de euros, el máximo histórico del sector, tal como revela la Encuesta sobre Actividades de I+D que elabora cada año Farmaindustria. Este aumento de las inversiones, además, se está llevando a cabo dentro del marco de contención del gasto público en medicamentos derivado del Convenio de Colaboración suscrito con el Gobierno con el objetivo común de garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS).
Del conjunto de 1.085 millones de euros destinados a I+D, más de la mitad (577 millones de euros) se dedicó a ensayos clínicos; 150,7 millones de euros, a investigación básica; 63,5 millones, a investigación preclínica, y 70,4 millones, a investigación galénica. Por su parte, los estudios postautorización, de farmacoeconomía y epidemiología supusieron inversiones por valor de 106 millones, mientras que las compañías destinaron 55,1 millones a desarrollo tecnológico.
El incremento de la inversión en I+D se debe, casi en su totalidad, al aumento de los fondos que las compañías han dedicado a proyectos de investigación desarrollados en colaboración con hospitales públicos y privados y centros de investigación, lo que se conoce como «extramuros», capítulo que creció un 18% durante el ejercicio pasado hasta alcanzar los 492 millones de euros (el 45% del total). Por su parte, la inversión «intramuros» se mantuvo estable (apenas creció un 0,7%).
«Esta fuerte apuesta hace de la industria farmacéutica el principal dinamizador del tejido investigador en España, además de consolidar un sólido marco de colaboración público-privada», explica Farmaindustria.
Todas las comunidades autónomas fueron receptoras de inversiones «extramuro»s de la industria farmacéutica, si bien hospitales y centros de investigación de Madrid (113 millones) y Cataluña (109,6) encabezaron los contratos. Parte de la inversión «extramuros» se hizo también en el extranjero por las compañías establecidas en España: 107,3 millones de euros.
Cabe destacar el aumento de las inversiones en ensayos clínicos en fases tempranas (I y II), que son los requieren de un mayor nivel de complejidad en materia de investigación y permiten a su vez el acceso de los pacientes a las nuevas terapias de forma precoz. En su conjunto, estos ensayos han pasado de representar el 29% del total de la investigación clínica en 2006 al 33% once años después, mientras que los ensayos de fase III, que comparan la seguridad y eficacia del nuevo tratamiento con la del fármaco de referencia vigente, suponen un 55,3% del total.
En su conjunto, la inversión en investigación clínica llevada a cabo por las compañías establecidas en España ha aumentado a un ritmo medio del 6,3% en los últimos 10 años, pasando de 314 millones de euros en 2006 a 577 millones en 2016. Este esfuerzo del sector es una de las claves que explican que España se haya posicionado como uno de los países idóneos en Europa para albergar ensayos clínicos, ámbito que concentra hoy la atención de la industria y hospitales y en el que hay una fuerte competencia internacional en la captación de proyectos.
«La colaboración entre Administración, centros sanitarios e industria está siendo clave. Las facilidades para agilizar los procedimientos de puesta en marcha de los ensayos (aún mayores tras la entrada en vigor en 2016 del Real Decreto de Ensayos Clínicos); las infraestructuras, implicación y alta cualificación de los profesionales sanitarios, y el compromiso de la industria contribuyen a que hoy España sea uno de los Estados europeos con menores plazos para iniciar la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos (desde que se presenta la documentación hasta que se recluta al primer paciente)», explica Farmaindustria.
Más empleo de alta cualificación
La encuesta arroja también resultados sobre la evolución del empleo en el ámbito de la I+D farmacéutica. En este sentido, el sector farmacéutico empleaba a 4.402 personas en tareas de investigación y desarrollo en 2016, lo que representa un incremento del 3,4%, un dato que confirma la senda positiva iniciada en 2015 tras cinco años consecutivos de caídas.
Además, no sólo se han generado más empleos, sino que éstos corresponden a puestos de mayor cualificación, hasta el punto de que el 86,3% de los profesionales dedicados a I+D son titulados superiores (licenciados y doctores), frente al 73,6% de hace diez años.
«Los resultados de la encuesta demuestran la verdadera magnitud de la apuesta de la industria farmacéutica innovadora por fomentar en España la investigación y desarrollo de nuevos medicamentos, así como el empleo de calidad en este ámbito», explica el director general de Farmaindustria, Humberto Arnés. «