Ignacio Rivera, CEO de Hijos de Rivera: «Viene un tsunami económico y tenemos que empujar entre todos»
Ignacio Rivera, CEO de Hijos de Rivera, la compañía matriz de enseñas como Estrella Galicia o Ponte da Boga, señala que tras la crisis sanitaria del coronavirus «viene un tsunami económico y tenemos que empujar entre todos». Por esta razón, aconseja el directivo, lo más adecuado es «reinventarse cada día» para superar la crisis generada por una pandemia tan desconocida como la que está viviendo el mundo porque, cree, que la nueva realidad económica «va a a afectar a toda la sociedad».
«Ahí tenemos que estar todos empujando, hay que ayudar siendo mudos y responsables», señala Rivera en una entrevista con Efe este martes justo al inicio de la llamada desescalada a través de la que regresaremos a la tan anhelada normalidad. Un proceso que el CEO de Hijos de Rivera considera «complicado» por su pretensión de generalidad, cuando «la realidad es completamente diferente» en función de las zonas y de la tipología de clientes.
Según detalla, no es lo mismo un local en Madrid que en un pueblo donde la pandemia está mucho más controlada, por lo que «una regla para todos y tan unificada es complicada», asegura Rivera, elegido recientemente como el directivo con mejor reputación de España.
«Es difícil hacer un café para todos»
«Es difícil hacer un café para todos», ejemplifica, o una cerveza que guste a todos, aunque en Estrella Galicia están a punto de lograrlo con una marca que se sitúa entre las treinta más valiosas de España y que incluso cuenta con un museo, MEGA, el único de España dedicado al mundo de la cerveza.
En este inicio de la desescalada no va a «haber avalanchas» en los locales de hostelería, augura Rivera, porque aunque algunas personas salgan a la calle habrá otras que no, que esperarán un poco a ver qué ocurre hasta que «el consumidor vaya ganando confianza».
«La gente está con miedo» y esperando a que la situación esté controlada, es «vital» llegar a ese momento para hacer un análisis que a día de hoy «es difícil» aventurar. Y en cuanto al sector hostelero, les espera la «reinvención», en esta primera fase con la comida para llevar, después con las terrazas, pues no todos podrán afrontar los gastos. «A medida que abran, empezará a iniciarse la actividad en hostelería».
En todo caso, cree que no habrá una recuperación del consumo de su producto porque la gente tiene respeto a lo que ocurra en esta pandemia, la movilidad está restringida y los turistas también tienen «miedo» de venir a España. «No veo ningún indicador de que este año se vaya a poder reaccionar con todo lo que se nos viene en el mercado», avanza, sino que va a ser un año «muy complicado, de mucha lucha, de pelea, de intentar hacer cada uno lo que pueda». Ojalá, añade, el próximo «empiece a reactivarse la economía».
Por el momento, la pandemia ha afectado a este sector «en general brutalmente» y en particular, en el caso de Hijos de Rivera, «muy fuerte», tanto en ventas, como en distribución y cervecerías propias. El grupo está presente con 24 empresas en siete países, ampliará sus instalaciones en A Coruña y se expandirá en el polígono de Morás (Arteixo), pero podría ver truncadas sus aspiraciones de mejorar la facturación este año con respecto al anterior.
Las ventas en alimentación están subiendo «a buen ritmo», pues es difícil encontrar un hogar sin una Estrella Galicia, pero estas suponen el 25% de las ventas de la compañía y «no cubre en absoluto la bajada del 100%» del mercado de la hostelería; además, en el mercado internacional han descendido un 70 % sus exportaciones.
«La bajada solo con el mes de abril es de dos dígitos, no es ninguna broma»
En definitiva, «la bajada solo con el mes de abril que ya ha pasado es de dos dígitos, no es ninguna broma», puntualiza Rivera, que añade que todavía queda todo el mes de mayo y después el segundo semestre del año, que también «va a ser complicado» para una empresa que depende «muchísimo» de la hostelería.
No obstante, Hijos de Rivera es una de esas compañías familiares tan bien gestionadas que cuida a sus empleados hasta el límite de los números o incluso un poco más, y por eso ha ampliado en un mes, hasta el próximo 30 de junio, su capacidad de resistencia para aplicar un ERTE.
Con 1.200 trabajadores directos, la mitad sigue en fábrica «trabajando a tope», pese a que los formatos retornables y barriles están parados, la logística al 40% y los comerciales se incorporaron este lunes con el fin de reactivar la actividad de alguna manera.
«Cada vez resulta más difícil seguir aguantando»
Rivera asegura que podían «aguantar sin hacer ese famoso ERTE», como han hecho otras compañías del sector, porque además, dice, los recursos del Estado también los necesitan otros sectores y «hay que ser solidarios en esta pandemia, tirar todos del carro, y proteger a esta gran familia que son nuestros trabajadores».
«Nuestra intención es aguantar todo lo que podamos, pero evidentemente sin ingresos cada vez resulta más difícil seguir aguantando», asegura Ignacio Rivera, cuya retribución, como la de todo el consejo de administración, se ha reducido un 50%.
Su esfuerzo y el de toda la compañía ha recibido estos últimos 40 días mensajes de cariño y agradecimiento por parte de empleados, distribuidoras nacionales e internacionales y clientes. «Eso también te llena de energía positiva para seguir peleando», termina.
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