Economía
Vehículos eléctricos

Iberdrola propone colaborar entre energéticas para desarrollar la red de puntos de recarga en España

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

Jesús López Martínez, responsable de Movilidad Urbana de Iberdrola, estima que la creación de la infraestructura para recargar vehículos eléctricos en España debe hacerse mediante acuerdos entre empresas, según ha asegurado a OKDIARIO. Para el directivo, la elaboración de la red de distribución de energía «es una misión bastante importante» por lo que «hay que aliarse con otras empresas energéticas, transportistas, distribuidores de mercancías, fabricantes de cargadores, de camiones…» para llevarla a cabo.

Iberdrola celebró a principios de semana la Jornada para la electrificación del transporte pesado por carreteraEn este evento, la energética firmó un acuerdo con la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive) con el que pretende aunar fuerzas para impulsar la electrificación del transporte pesado en España. Numerosas empresas de diferentes sectores estuvieron también presentes para mostrar su compromiso con el proceso. Todas ellas tienen en común que participan directa o indirectamente en el desarrollo de camiones eléctricos.

Alineación de interesados

Las alianzas entre empresas son imprescindibles para que los proyectos de electrificación avancen, según López. «La idea es alinear a todos los interesados: operadores de puntos de recarga, distribuidores, fabricantes de cargadores, fabricantes de camiones, la Administración…», ha afirmado. Iberdrola está presente en la recarga de transporte pesado como «operador de infraestructura» y «distribuidora» de energía.

Estas uniones son necesarias «de cara a derribar las barreras» durante «los largos períodos de tramitación» o «la alta inversión que se requiere» a la hora de desarrollar la electrificación. «Se necesitan subvenciones para el vehículo, pues ahora es más caro que uno alternativo», apostilla López, por lo que hay que ir «todos de la mano», también «la Administración Pública».

Los altos costes de estos proyectos y «el bajo uso», que se le dará a su producto al principio, provocarán que las cuentas «vayan a ser deficitarias», mantiene el responsable de Iberdrola. En consecuencia, «hay que compensar de alguna forma» la cuantiosa financiación que requieren estos planes, «ya sea a través del coste operativo o a través de subvención de la inversión». Pues como sentencia López, «una empresa sola no puede electrificar» toda España.

Por ello, Iberdrola afirma que «hay que aliarse con otras empresas de la competencia para que sumen esfuerzos» y poder desarrollar «toda la red de cargadores y la red de distribución necesaria». Actualmente, las principales empresas distribuidoras de electricidad en España pertenecen a Iberdrola, Endesa, Naturgy y EdP.

Dificultad de construir

Los acuerdos entre empresas se hacen necesarios por los largos trámites que requiere la implantación de infraestructuras. Y es que los procesos pueden hacerse extremadamente largos.

«El Reglamento de Infraestructuras de Combustibles Alternativos da unas señas de cómo tiene que ser la infraestructura mínima para posibilitar la transición energética», explica el responsable de Movilidad Urbana. Sin embargo, desde Iberdrola defienden que van «por delante en cuanto al tiempo» y en cuanto a «la ambición» pues tratan de «tener más infraestructura de la que se pide» en el reglamento.

Ahora bien, surge un impedimento: «los largos períodos de tramitación». «Tú decides invertir en un sitio y tienes que hacer un acuerdo con el señor del suelo o comprarlo. Luego tienes que pedir potencia a la distribuidora y ya tardan en dártela», analiza. Y esto sólo es el comienzo.

Después de lo anterior, hay que hacer «un proyecto de ingeniería y presentarlo al ayuntamiento, si se está al lado de la autovía hay que pedir permiso a Fomento, hay que ir a la Consejería de Industria de la región…». Y hay casos en los que, según detalla, «hay que pedir también permiso a otros organismos como Patrimonio por si pasa, por ejemplo, el Camino de Santiago o una cuenca hidrográfica cerca».

«Una estación de las más potentes tarda tres meses y, una vez que se ha construido, se legaliza. Luego, otra vez tenemos que esperar un montón de tiempo a que se haga la conexión de la distribuidora con la estación, otros seis o siete meses, es ese periodo total», profundiza. Y López habla desde la experiencia: «Nos hemos encontrado con proyectos de tres años, cuando debería no tardar más de un año».

Según el directivo, «todos los actores que participan para que la electrificación del transporte sea una realidad están, de alguna manera, implicados» en el proceso. Esto es lo que hace que las empresas estén tendiendo puentes. La colaboración es esencial para que se desarrolle la red de distribución de energía eléctrica para vehículos, ya sean turismos o camiones.