Economía
China

El gigante inmobiliario Evergrande suspende su cotización en la Bolsa de Hong Kong

El gigante inmobiliario chino Evergrande ha congelado este lunes la cotización de sus acciones en la Bolsa de Hong Kong ante la publicación de un «anuncio con información privilegiada». Tampoco cotizan dos subsidiarias de la compañía, la filial de gestión inmobiliaria Evergrande Property Services y el fabricante de vehículos eléctricos Evergrande New Energy Vehicle.

Los escuetos comunicados presentados al regulador hongkonés no ofrecen información sobre qué tipo de anuncio efectuarán las compañías en cuestión ni de cuándo retomarán su cotización. Sin embargo, según el diario shanghainés The Paper, el pasado jueves Evergrande habría cerrado la venta de su participación del 30 % en una promotora de la ciudad oriental de Nanjing, capital de la provincia de Jiangsu, aunque por el momento se desconocen los detalles de la transacción.

Ese mismo medio informó también de que el conglomerado mantuvo una reunión con los acreedores de un bono onshore valorado en 4.000 millones de yuanes (628 millones de dólares, 569 millones de euros) en la que se acordó que el pago de los intereses devengados entre septiembre de 2020 y 2021 se posponga al noveno mes de este año.

Además, cabe recordar que el próximo miércoles, 23 de marzo, Evergrande ha de afrontar el pago de unos 2.100 millones de dólares de un bono cotizado a través de la Bolsa de Singapur. Los temores sobre el estado financiero de la compañía aumentaron sensiblemente durante la segunda mitad de 2021, en la que la compañía -que acumula un pasivo superior a 300.000 millones de dólares- comenzó a dar señales de incapacidad para hacer frente a los pagos de sus bonos offshore.

De hecho, algunas importantes agencias de calificación como Fitch indicaron en diciembre que ya consideraban que Evergrande -y a otras promotoras chinas como Kaisa- habían incurrido en una situación de impago de parte de sus deudas en el exterior.

La posición financiera de muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que, como Evergrande, habían acumulado un alto nivel de deuda apoyando durante años su crecimiento en agresivas políticas de apalancamiento. Las autoridades del país ya han intervenido en la compañía, que anunció en enero que presentaría a sus acreedores una «propuesta preliminar de reestructuración» en los siguientes seis meses.