Economía
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Funcas se une a las entidades que bajan las previsiones económicas «fake» de Sánchez para 2022

Pese al cambio de año, nada nuevo bajo el sol en lo que se refiere a corregir al Gobierno de Pedro Sánchez en sus proyecciones económicas. Funcas ha sido el último organismo en recortar sus previsiones para 2022 y lo ha hecho en cuatro décimas, hasta situar el crecimiento estimado para este año en un 5,6%, frente a la expectativa del cuadro macroeconómico que maneja el Ejecutivo de nada menos que un repunte del 7%.

Se alarga así la lista de instituciones relevantes que han metido la tijera a sus pronósticos iniciales de crecimiento para España. La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional, la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económicos, el Banco de España, la AIReF y el Instituto Nacional de Estadística ya habían reducido sus cálculos con anterioridad.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, aseguró la semana pasada durante su intervención en la XII edición del foro económico internacional Spain Investors Day, que la recuperación está siendo más lenta, en gran medida por la mayor dependencia del sector turístico y también a una mayor debilidad de los hogares y de la inversión, mermada por la crisis de suministro global. Asimismo, constató que esta recuperación es aún incompleta porque los sectores más afectados por la pandemia continúan sufriendo y se ha producido un cierto repunte del número de empresas en concurso de acreedores.

El informe «Situación España» de BBVA Research, publicado este jueves, destacó que la recuperación del consumo privado está yendo a un ritmo inferior al que se esperaba, mientras que la compra de productos se habría ralentizado por el agotamiento del impulso que supuso para algunos de ellos el confinamiento -como en el caso del sector de la alimentación, el de los bienes duraderos, o el mobiliario-, por la falta de disponibilidad de artículos como consecuencia de la interrupción de la cadena de suministro, la escasez de contenedores y el alza del precio de los combustibles -como en el caso de la venta de coches-. Por otra parte, el incremento en el coste de la electricidad habría obligado a las familias a destinar más dinero al pago de la factura de la luz, agregó.

El otro componente de la demanda interna que no cumplió con las expectativas fue la inversión en vivienda, según BBVA Research. «Aunque las ventas y los precios mantienen una evolución muy positiva, no termina de traducirse en un incremento de los visados de obra nueva o rehabilitación», explicó.

En suma, aunque BBVA Research mantuvo su estimación de crecimiento del Producto Interior Bruto español en el conjunto de 2022 en el 5,5%, bajó en una décima su previsión para 2021, hasta el 5,1%.

Ante este baño de realidad proyectado desde tantos frentes a la vez, parece que Sánchez no tuvo otra alternativa la semana pasada durante el Spain Investors Day que optar por mencionar en su discurso ante los inversores extranjeros las expectativas de la mayoría de los organismos internacionales sobre el crecimiento de la economía española de cara a 2022 de algo más del 5%, omitiendo deliberadamente el cálculo notoriamente más elevado del Gobierno de una expansión del 7% para este año.

La renuncia a citar el dato que esgrime el Ejecutivo desde hace tiempo -y que, dicho sea de paso, le ha costado a la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, duras críticas en los medios por no ajustarse a lo que predice el consenso de analistas- fue una sorpresa en la medida que se desvió del discurso habitual mantenido hasta ahora por el Gobierno.

Está por ver si se trató de una clara cesión de Sánchez ante la presión que suponía el foro, en el que se dieron cita más de 200 inversores foráneos en busca de información veraz sobre la situación actual de las empresas y la economía española para acometer inversiones en el país, o si en otros actos de corte puramente local volverá a hacer un ejercicio de cálculo más optimista, aunque desconectado de las cifras barajadas por las principales instituciones.