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La Fed se toma un respiro: no habrá medidas adicionales pero actualizará sus proyecciones económicas

La Fed ya ha hecho todo -casi todo- lo que podía hacer para paliar los efectos económicos del coronavirus. Ahora hay que esperar para ver cómo responde la economía real a sus medidas. Este miércoles termina la reunión de política monetaria del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés), y el consenso del mercado da por hecho que no habrá cambios en los tipos de interés -situados en la horquilla del 0,25-0%- ni medidas adicionales para contener la pandemia.

«La Fed pondrá el énfasis en que todas las actuaciones que ha puesto en marcha -compra ilimitada de bonos, recorte de tipos, etc-se van a mantener hasta que la economía se recupere y la inflación vuelva a su nivel», explica Nicolás López, director de análisis de MG Valores. Toda la atención de los inversores estará puesta en las nuevas proyecciones económicas del banco que -a buen seguro- confirmarán un castigo económico sin precedentes.

La última vez que la Fed publicó sus previsiones fue en diciembre. Desde entonces hasta hoy, el punto de partida ha cambiado radicalmente. Tanto, que la economía estadounidense se hundió un 5% en el primer trimestre de 2020, poniendo fin a once años de crecimiento. Hay que retroceder hasta 2008, en plena crisis financiera, para  confirmar una caída superior a esa: el PIB se hundió un 8,4% en el cuarto trimestre del año.

El mercado laboral también ha sufrido un castigo histórico. Sólo en el mes de abril la tasa de desempleo llegó hasta el 14,7 %. Sin embargo, la semana pasada el Gobierno estadounidense anunció por sorpresa un descenso de la tasa de paro hasta el 13,3%. Aunque la cifra mejoró sustancialmente las previsiones del mercado, todavía se mantiene por encima de los niveles durante la Gran Depresión de 1930.

Esa mejora en los datos de empleo, a los que hay que sumar una subida de las solicitudes de hipotecas y en las ventas de vehículos, podría ser clave para las previsiones de la Fed. «Los últimos datos macro son mejores de lo esperado, especialmente los del empleo que se conocieron el pasado viernes, por eso deberíamos ver un mensaje menos agresivo que los que Powell ha lanzado últimamente. Los mercados se han destensado muchísimo», explica José Lizán, gestor de Magnum Sicav en Solventis.

Los expertos de Ebury tampoco esperan cambios en las políticas de la Fed y señalan al informe de empleo como una posible prueba de recuperación. «Si la Reserva Federal considera el último informe de nóminas no agrícolas como prueba de una recuperación en “V” más rápida de los esperado -el informe reflejó la creación de 2,5 millones de empleados netos en mayo, frente a una contracción esperada de 7,5 millones-, el dólar, probablemente, se dispararía», dicen desde la entidad financiera.

Además de las nuevas previsiones, la Fed también actualizará el dot-plot (diagrama de puntos) que muestra dónde espera cada miembro del Comité que se sitúen los tipos de interés en los próximos años.

Ayudas a pymes 

Coincidiendo con la reunión del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal, el banco central anunciaba la flexibilización de su programa de préstamos «Main Street» orientado a dotar de liquidez a las pequeñas y medianas empresas golpeadas por el coronavirus. A partir de ahora, la cantidad mínima del préstamo se reduce de 500.000 a 250.000 dólares y la máxima pasa de los 300 millones a los 200 millones de dólares de media, dependiendo de la compañía.

Además, la Fed también ha ampliado los plazos del préstamos de cuatro a cinco años. El objetivo de todos estos cambios es que participe el mayor número de empresas y bancos posibles en el programa y que la recuperación se ponga en marcha lo antes posible. «Confío en que los cambios que estamos haciendo mejorarán la capacidad del programa Main Street para apoyar el empleo durante este momento difícil», decía el presidente de la Fed, Jerome Powell, en un comunicado.  Los bancos y cooperativas prestamistas que se adhieran al programa asumirán el 5% del crédito y la Fed, el resto.

La recesión 

Estados Unidos entró oficialmente en recesión en febrero, según confirmó este mismo lunes la Oficina Nacional de Investigación Económica (NBER, por sus siglas en inglés). De esta manera, la mayor economía del mundo rompía con 128 meses ininterrumpidos de crecimiento, el periodo de expansión económica más largo de la historia de Estados Unidos que se inició en 2009, tras la Gran Recesión.

«La magnitud -sin precedentes- de la disminución del empleo, la producción y su amplio alcance en toda la economía, justifica la designación de este periodo como una recesión, incluso si resulta ser más breve que las contracciones anteriores», decía la Oficina Nacional de Investigación.