Economía

Las fábricas de mascarillas despiden al 60% de su plantilla por el fin de su obligatoriedad

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Nayara Mateo
  • Nayara Mateo
  • Redactora de economía, especializada en el sector inmobiliario, turismo, consumo y distribución. Antes en Expansión, Efe y Brainsre.news.

El uso de las mascarillas deja de ser obligatorio en interiores -salvo en algunos casos- desde este miércoles 20 de abril. Este hecho ha provocado que la producción de este artículos y los empleos del sector se reduzcan considerablemente. Desde finales de enero hasta principios de abril se ha despedido casi al 60% de los trabajadores de fábricas de mascarillas, según explican a OKDIAIRO desde la Asociación Española de Fabricantes de Mascarillas, Batas y EPIs (OESP).

En concreto, se estima que actualmente trabajan en las factorías españolas de mascarillas unos 300 empleados, mientras que en los periodos donde el número de contagios era mayor se superaron los 700 trabajadores.

La industria ya era consciente de que el fin de la obligatoriedad de llevar mascarillas en los interiores no tardaría en llegar. Esto, sumado a la caída de la demanda, ha provocado la producción de este artículo descienda en más de un 50% desde finales de enero de 2022. Asimismo, desde el sector alertan de que es probable que la fabricación de mascarillas continúe cayendo y, por ende, puede haber más despidos.

«Una vez pasada la ola de la variante ómicron ya se redujo la producción de mascarillas, lo mismo ocurrió cuando dejó de ser obligatoria en exteriores. Y ahora, ya hace dos semanas que se sabía que no iba a ser obligatorio su uso en interiores, por lo tanto, la demanda vuelto a bajar», explican desde la OESP.

Continuará la producción

No obstante, la asociación asegura que en España se seguirán fabricando mascarillas, aunque a un ritmo menor. «La intención es que se mantenga la producción nacional, para no tener que volver a recurrir a la compra en el  mercado asiático o en otros países», afirman. «En principio todos nuestros asociados quieren continuar produciendo puesto que hicieron inversiones muy importantes para hacerse con la maquinaria necesaria y para obtener las certificaciones», matiza la organización.

En este sentido, la OESP considera que la mascarilla ha llegado para quedarse. «Que desaparezca la obligación de llevarlas, no significa que la gente no las vuelva a usar . Además, sigue habiendo espacios donde su uso es obligatorio, como las residencias de ancianos, los hospitales o el transporte público», apunta.

Turnos en fábricas

Pese a que la actividad en la fábricas dedicadas a este producto ha vuelto a la normalidad, durante los peores momentos de la pandemia tuvieron que duplicar e, incluso, triplicar turnos. A finales del pasado mes de diciembre, las empresas estaban desbordadas. Los grandes fabricantes de mascarillas tuvieron que pasar de dos a tres turnos y aumentar los días laborales incluyendo sábados y domingos.

En dicho periodo, las 17 empresas asociadas a OESP contaban con una capacidad de producción de más de 160 millones de mascarillas al mes, lo que permitió asegurar un abastecimiento a nivel nacional suficiente de estos productos.

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