Economía
PRESIÓN FISCAL

Los españoles pagan a Sánchez la reducción del déficit en 2023 con 8.800 millones más de impuestos

La decisión de no descontar la inflación de los impuestos asfixia a familias y empresas

El Gobierno logró reducir el déficit público en 2023 hasta el 3,7% del PIB -un punto menos que el año precedente- castigando a los ciudadanos con un extra de impuestos equivalente a 8.800 millones. Estos son los ingresos adicionales obtenidos tras su decisión de no descontar la inflación de los tipos del conjunto de los tributos, y en particular del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), que es el que tiene mayor peso recaudatorio. El corolario de este manejo polémico de las cuentas del Estado es que el recorte del desequilibrio presupuestario no tuvo nada que ver con contención del gasto alguna, sino con el aluvión de ingresos proporcionado por la inflación.

Según un estudio realizado, entre otros autores, por Santiago Carbó catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia y director de Estudios Financieros de Funcas, el colchón de recursos aportados por la inflación en 2023 (8.800 millones) ha sido equivalente al 87% de la reducción del déficit (10.200 millones). Este es el dato clave por el que el Gobierno ha conseguido mejorar en dos décimas la previsión oficial del 3,9% de déficit público en 2023, una circunstancia descrita por parte del presidente Sánchez hace unos días como todo un «logro de gestión económica».

Las cifras, sin embargo, desmienten la eficiencia del Ejecutivo en la tarea de sanear las cuentas públicas, pues casi el 90% del esfuerzo realizado -equivalente a 3.500 millones- se ha cargado sobre la espalda de los ciudadanos y de las empresas, todos ellos muy castigados por las subidas reiteradas de impuestos y de cotizaciones sociales, pero a los que se les ha endosado adicionalmente la carga de la inflación, de la que no han sido exonerados desde que gobierna el país el Partido Socialista de Sánchez.

De acuerdo con las cifras proporcionadas por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIRef) y el Instituto Nacional de Estadística (INE), la recaudación tributaria alcanzó en 2023 un nuevo máximo histórico de 271.935 millones de euros. Esta cifra supone un incremento del 6,4% frente a 2022; es decir, alrededor de 16.500 millones de euros adicionales que, sumados a las cifras de 2021 y 2022, suponen alrededor de 61.400 millones  más de ingresos en tan solo 3 años. Como en los dos ejercicios previos, el fuerte aumento de la recaudación de 2023 ha venido impulsado por el viento de cola de la inflación, que perjudica sobre todo a los hogares con menor capacidad económica.

Cristina Herrero, presidenta de la AIReF.

Según los datos de AIReF, la inflación aportó un extra de recaudación de 13.500 millones en 2022 (1% del PIB) y de 8.800 millones en 2023 (0,6% del PIB), de manera que la caída del IPC desde el 8,4% de 2022 al 3,5% de 2023 redujo en alrededor de un tercio las ganancias recaudatorias (4.700 millones aproximadamente). Sin embargo, el empuje de la inflación sigue siendo muy notable: el crecimiento de los precios aportó el 42% de las ganancias de recaudación de 2022, y esta cota se elevó hasta el 56% en 2023. A ello ha contribuido, de manera significativa, la falta de corrección general de la progresividad en frío del IRPF, tanto en lo que respecta a la tarifa como a los mínimos exentos y las deducciones.

Además, si se comparan las ganancias de recaudación en los años pos pandemia con el promedio de los ejercicios entre 2017 y 2019, la conclusión es que, a partir de 2021, los ingresos extra superaron ampliamente la media de 8.853 millones de los tres años anteriores a la crisis del Covid. Naturalmente, la mayor ganancia recaudatoria se produjo en 2022, bajo un elevado crecimiento de los precios. Como resultado, el incremento recaudatorio de dicho  ejercicio superó los 32.000 millones de euros, 3,6 veces por encima del promedio anterior a la pandemia. La evolución mucho más favorable de los precios en 2023 redujo esas ganancias a 1,9 veces por encima del período de referencia previo a la crisis sanitaria.

Los autores del estudio advierten, sin embargo, de que estos recursos  asociados al efecto precios se irán reduciendo en los próximos años, en la medida que la inflación continúe su línea descendente hacia el 2%, que es el objetivo fundacional del Banco Central Europeo (BCE). Estos expertos, entre los que también se encuentra Raymond Torres, director de Coyuntura y de Análisis Internacional de Funcas, avisan de que la progresiva mejora en los niveles de precios obligará a buscar fórmulas activas de consolidación fiscal más allá de las que, «de forma silenciosa y sin necesidad alguna de una reforma tribitaria,» proporciona la inflación.
A su juicio, y en ausencia de medidas específicas, existen serias dudas que se pueda reducir el déficit por debajo del 3% en los próximos años. Y añaden como argumento que las predicciones de la Comisión Europea (In-depth review 2024) publicadas a finales de marzo sitúan el déficit en una trayectoria ascendente del 3,2% en 2024 y del 3,4% en 2025. Con diferentes matices, estas predicciones coinciden con las realizadas por Banco de EspañaAiref o Funcas, que sitúan el déficit en esos años claramente por encima del 3%.