La Encuesta de Población Activa avisa: si el Gobierno no actúa el desempleo seguirán subiendo
Francisco Coll Morales es economista y coordinador del servicio de estudios de Fundación Civismo
La última Encuesta de Población Activa (EPA) publicada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirma que el empleo se ha visto notablemente afectado por los efectos del coronavirus. Sin embargo, la falta de medición en la estadística seleccionada, al tratarse de la EPA del primer trimestre del año, presenta una mayor dificultad para el análisis.
Es decir, estos datos de empleo no tienen nada que ver con los publicados previamente por el SEPE. Además, hacen referencia al primer trimestre del año, y teniendo en cuenta que el lockdown se produjo el 14 de marzo, tan sólo recoge la medición efectiva de 17 días de confinamiento.
Con estos datos en la mano podemos hacernos una idea del duro parón al que se vio sometida la economía durante los primeros días de confinamiento. Un shock de oferta al que afecta a casi la totalidad de sectores, sin distinción, enfrentándose a un confinamiento forzado que les impidió analizar los planes de contención previos para controlar la situación.
Esto se explica analizando la evolución de la destrucción en el empleo, desglosada primeramente en contratos fijos y temporales rescindidos. Hay mayor destrucción de empleo en aquellos contratos que, por su naturaleza, son contratos de corta duración; mientras que, la contratación indefinida se ha visto menos dañada.
En términos absolutos, estamos hablando de una destrucción de 255.300 contratos temporales, así como 30.700 contratos indefinidos. Claramente, se puede observar cómo lo primero que hicieron las empresas fue extinguir aquellos contratos temporales más fáciles de resolver.
En cuanto a la tasa de desempleo, se ha situado en un 14,4%, y todo apunta a que los efectos del trimestre, elevarán la tasa a niveles similares a las previsiones de los distintos organismos.
La EPA tampoco recoge el cómputo de los ERTE, ya que todavía no se han cumplido los tres meses de suspensión contractual, lo que supone que están exentos de aparecer en el recuento. Si contabilizamos los afectados por ERTE, el número total de desempleados se elevaría a más de 1,8 millones.
Otra cifra pendiente de actualizar es la destrucción de los 285.600 puestos de empleo que, en relación con los datos del paro, se ha incrementado en más de 120.000 personas. En este sentido, es el peor primer trimestre de la serie histórica tanto de paro como de ocupación desde el año 2013.
Por sectores, la mayor destrucción de empleo se concentra en el sector servicios, donde se encuentran los dos grandes sectores de nuestra economía: el turismo y el comercio. Por detrás se colocan la construcción y la agricultura.
En este contexto, el Gobierno de Pedro Sánchez debe actuar de forma responsable. No son tiempos de autocomplacerse con semejantes cifras, sino que hay que dotar a nuestro tejido productivo, con escasa liquidez y reducido tamaño, de herramientas a las que poder acogerse; herramientas efectivas y adaptadas a las empresas que operan en nuestro país. Si el Ejecutivo no actúa, los próximos datos de abril superarán los peores pronósticos.