Economía

Los empleados de las empresas españolas en Venezuela piden salir del país tras el autogolpe de Maduro

Los empleados de las principales empresas españolas presentes en Venezuela piden ser expatriados ante la escalada de violencia en el país dirigido por Nicolás Maduro. Algunas de estas potentes compañías con filiales en el país venezolano han asegurado a OKDIARIO que están operando con normalidad en su día a día, sin embargo, reconocen que la situación de inestabilidad política y escenario de violencia es preocupante.

El último informe económico y comercial de la Oficina Económica y Comercial de España en Caracas (julio 2015) señala que están presentes en el país latinoamericano más de 100 filiales de capital español y entre ellas destacan las que operan en sectores considerados estratégicos por el Gobierno como BBVA, Repsol, Telefónica, Mapfre, Iberia o Air Europa.

La inestabilidad política y la inseguridad que se ha instalado en Venezuela es una realidad. En los últimos cuatro meses se han contabilizado más de 6.000 manifestaciones en todo el país mostrando su rechazo a Maduro, según datos del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social. Esto supone que hay alrededor de 55 manifestaciones diarias, un aumento del 150% con respecto a 2016. Las protestas se han incrementado con la pasada votación para elegir a los miembros de la Asamblea Constituyente y la acusación de fraude en el recuento de votos.

En total la organización ha registrado 157 muertes en estos cuatro meses, una cifra sensiblemente más alta que la reconocida por la Fiscalía que apunta a 129 muertes. El Observatorio atribuye directamente a las Fuerzas Armadas del régimen de Maduro, no solo la represión, sino también el elevado número de asesinatos.

Agentes de la Guardia Nacional Bolivariana. (Foto: AFP)

Ante este negro escenario, los empleados españoles de las principales firmas españolas presentes en el país han comenzado a pedir ser expatriados temiendo por su seguridad e integridad física.

Esta misma semana, Bloomberg anunciaba la retirada de todos los trabajadores extranjeros de sus campos petroleros de Venezuela por esta profunda crisis política y humanitaria, aunque, según las mismas fuentes, Chevron y Total también habrían optado por la retirada.

Algunas de las compañías españolas instaladas en Venezuela, con las que ha hablado OKDIARIO, afirman que, a pesar de la complicada y preocupante situación, se está operando con total normalidad y no han querido confirmar la petición de expatriación por parte de sus empleados.

Otras firmas españolas, directamente han rechazado hacer comentarios sobre la situación política y continua violación de los Derechos Humanos en Venezuela.

Por su parte, Iberia y Air Europa tienen vuelos directos desde Madrid hasta Venezuela y son dos de las principales aerolíneas del país. Este jueves el sindicato de pilotos Sepla ha pedido a la aerolínea de Globalia que suspenda los vuelos con pernocta en Caracas o que plantee una pernoctación alternativa en otro país «ante la escalada de violencia». 

Señalan, a través de un comunicado, que la situación en el país de Maduro “pone en riesgo su seguridad e integridad física”, ya que las tripulaciones deben ir del aeropuerto hasta el hotel en el que se alojan”. En el caso de Iberia, la compañía de IAG ha optado por llevar a sus pilotos a Santo Domingo tras aterrizar en Caracas.

Los pilotos temen que el actual escenario acabe en un conflicto bélico que cause el bloqueo y cierre del espacio aéreo dejando a los empleados atrapados.

Repsol: 2.700 millones de dólares

Para todas estas compañías, el mercado venezolano tiene gran peso en las cuentas, sobre todo en el caso de la petrolera liderada por Josu Jon Imaz. Repsol ha realizado inversiones desde 1994 de alrededor de 2.700 millones de dólares y Venezuela representa su tercer mercado mundial. Una situación muy parecida para el resto de compañías como BBVA, que es el segundo banco más fuerte del país, o Telefónica, que es una de las principales operadoras desde 2005.

La inversión española en el país latinoamericano asciende a casi 5.000 millones de euros, según datos del Banco Central de Venezuela, ha destinado una inversión de 4.900 millones de euros en los últimos 25 años. Destaca, además, el papel fundamental de la presencia de empresas españolas en Venezuela “para el desarrollo de las relaciones económicas” entre ambas naciones, aunque reconoce que la colaboración “es mejorable”.

Un documento que detalla los obstáculos a los que se tienen que enfrentar las corporaciones españolas: la inseguridad jurídica y el intervencionismo público del Estado en la economía venezolana. Pero no solamente eso, también la imposibilidad de repatriar en divisas los dividendos generados ante la inexistencia de autorizaciones para ello decretada hace 10 años.

Problemas económicos y comerciales para las compañías españolas en Venezuela a los que se suman la inseguridad y la escalada de violencia en las principales ciudades del país.