EEUU y Canadá se dan un plazo máximo de 30 días para llegar un acuerdo sobre los aranceles
Si no llegan a un acuerdo Canadá tomará medidas en represalia contra los aranceles de Trump al acero y el aluminio

El presidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump y el primer ministro de Canadá, Mark Carney, han establecido este lunes un plazo máximo de 30 días para alcanzar un acuerdo sobre los aranceles. La Oficina del Ejecutivo canadiense ha señalado en un comunicado que ambos mandatarios han establecido el plazo durante su encuentro este lunes al margen de la cumbre de países del G7 que está teniendo lugar en Kananaskis (Canadá), en el que han coincidido en la necesidad de acelerar las negociaciones para llegar a un pacto en materia comercial durante el próximo mes.
Así lo ha confirmado también el primer ministro canadiense en sus redes sociales, donde ha señalado: «Espero continuar este trabajo en esta cumbre y en las próximas semanas», si bien Trump ha abandonado el G7 debido a la reciente escalada bélica entre Israel e Irán.
Pese a ello, el Ejecutivo estadounidense aseguró horas antes que los dos países «pueden resolver algo» respecto a las tensiones comerciales y, si bien afirmó ser un «amante de los aranceles», también reconoció que Carney «tiene una idea más compleja, pero sigue siendo muy buena». «Creo que vamos a lograr mucho», indicó el mandatario de EEUU.
Sin embargo, de no alcanzarse un acuerdo entre Washington y Ottawa, Carney mantiene que impondrá represalias contra EEUU, después de que Trump elevara al 50% el impuesto a las importaciones de acero y aluminio.
Cabe recordar que también los vehículos fabricados en el extranjero tienen nuevos aranceles, además del gravamen del 25% a los productos de Canadá y México, países con los que Estados Unidos mantiene un acuerdo comercial.
La negociaciones entre EEUU y China
Tras días de tensas negociaciones en Londres, el presidente de EEUU anunció el pasado 11 de junio en su red social, Truth Social, los primeros atisbos de normalización de la relación comercial entre Estados Unidos y China: «Nuestro acuerdo con China está hecho, sujeto a la aprobación final con el presidente Xi y conmigo».
Sin embargo, el resultado no fue tan bueno como se esperaba: China tiene aranceles del 55% (en contraposición al 145% previo) para todas sus exportaciones a Estados Unidos.
Esta cifra incluye la base del 10% que Trump aplicó a decenas de países, otro gravamen adicional del 20% que señala es debido al tráfico ilícito del fentanilo y otro 25% más. Como represalia, China aplicará un impuesto comercial del 10% a todos los bienes de Estados Unidos, en respuesta.
Ambas partes también acordaron reanudar el comercio bilateral de las tierras raras, componentes clave en la fabricación de coches eléctricos y tecnología, y el máximo responsable de la Casa Blanca señaló: «el presidente Xi y yo vamos a colaborar estrechamente para abrir China al comercio estadounidense». El resultado del acercamiento quedó evidenciado en el pacto sellado en Ginebra entre Pekín y Washington.