Por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo

Se disparan las colas del hambre: los bancos de alimentos reparten en 6 meses lo mismo que en todo 2021

bancos alimentos
Colas del hambre

El encarecimiento de los productos de la cesta de la compra está desbordando las colas del hambre y mermando cada vez más las reservas de los bancos de alimentos, ante la negativa del Gobierno a tomar medidas como bajar el IVA. En los primeros seis meses de este año han repartido 165 millones de kilos, lo que supone el 95% de los alimentos que se entregaron en 2021, cuando fueron 172 millones de kilos. La situación a la que se enfrentan en la actualidad los bancos de alimentos ha empeorado «considerablemente», debido al aumento de precios de los alimentos básicos y a la crisis alimentaria derivada de la guerra en Ucrania.

El pasado año los españoles que tuvieron que acudir a recoger alimentos básicos ascendieron a 1.353.000 personas. Una cifra que, ante el aumento de precios de los alimentos -que según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) superó el 14%- se incrementará notablemente en 2022. Según los datos de la Federación Española de Bancos de Alimentos, el pasado ejercicio se repartieron 172 millones de kilos, cantidad que la asociación espera alcanzar también este 2022: entre enero y junio de este año, se han repartido 165 millones.

Los bancos de alimentos se encuentran en una situación «preocupante» por el descenso de entre un 40% y un 50% en las reservas de sus despensas durante 2022, como consecuencia de la crisis alimentaria provocada por la guerra de Ucrania y la inflación.

El presidente de la Federación Española de Bancos de Alimentos, Pedro Llorca Llinares, también ha puesto el foco en el aumento de los beneficiarios que acuden a los bancos de alimentos, que ha considerado alarmante. Una situación preocupante que ha cambiado el perfil de personas que acuden hasta estas despensas solidarias. Ahora, «muchos donantes han pasado a ser beneficiarios», según Llorca, quien ha puesto de relieve la «cronificación de la pobreza» que viven muchas familias.

Cesta de la compra más cara

En el último año, la electricidad y la gasolina han elevado enormemente los costes de las empresas, que se han visto obligadas a trasladar ese incremento a los alimentos. Un alza de precios que ha elevado la cesta media mensual de las familias en casi 150 euros en los últimos cinco años, pasando de los 161,74 euros de 2017 a los 310,18 de 2022. Con el estallido de la guerra en Ucrania, el precio de los alimentos comenzó a crecer de manera muy significativa.

La pasta y el aceite han sido de los productos que más se han encarecido en el último lustro. Macarrones, espaguetis o tallarines han triplicado su precio, pasando de menos de 0,50 euros a más de 1,30 euros en los últimos cinco años. Por su parte, el aceite de girasol ha pasado de costar 0,90 euros en 2017 a 2,50 euros, mientras que el aceite de oliva virgen extra casi ha duplicado su precio, que se ha elevado hasta los 7 euros el litro frente a los 4 de hace cinco años.

Los productos lácteos han sido de los más afectados por el alza de precios. Por ejemplo, la leche, se ha encarecido un 25%, pasando de 0,80 a 1 euro el litro en los últimos cinco años. Pero sin duda, uno de los productos de la cesta de la compra que más se ha encarecido en el último lustro es el queso, cuyo precio se ha más que duplicado, pasado de 6,95 euros a 15 euros el kilo.

En el caso de la carne, los precios han llegado a subir hasta un 50% en algunos productos, como es el caso del estofado de ternera -que ha pasado de 6,80 a 12,95 euros el kilo-, o un pollo entero, cuyo precio en 2022 asciende a 6,20 euros/kilo frente a los 3,90 de hace cinco años. El pescado, por su parte, es un lujo que ya no está al alcance de todos. Atún, pez espada, merluza, rape y bacalao se han encarecido de media unos 8 euros el kilo en los últimos cinco años, mientras que otros productos como el salmón o los mejillones han subido sus precios entre 5 y 6 euros el kilo.

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