Economía
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El dinero que deberías tener en tu casa según el Banco de España para sobrevivir a una crisis

En tiempos como los actuales, en los que se suceden las noticias sobre conflictos internacionales, tensiones económicas e incluso apagones que dejan a todo el país sin luz durante horas, es normal que muchas personas se pregunten si están realmente preparadas para afrontar una crisis. No hace falta imaginar escenarios catastróficos para entender que, ante un imprevisto, disponer de cierta liquidez puede marcar la diferencia entre mantener la estabilidad o tener que recurrir a soluciones que acaban saliendo caras. Por eso, hablar del llamado fondo de emergencia no es una cuestión de lujo, sino de sensatez.

El Banco de España ha querido subrayar la importancia de contar con un colchón financiero que permita hacer frente a situaciones inesperadas sin poner en jaque la economía del hogar. Y aunque durante años se ha mantenido esa costumbre casi entrañable de guardar dinero en efectivo por si acaso, el organismo es claro en su recomendación: mejor tenerlo en una cuenta bancaria con disponibilidad inmediata. Es decir, a mano, pero no debajo del colchón. Porque en una emergencia, lo que se necesita es rapidez, pero también seguridad. Ahora bien, ¿de cuánto dinero estamos hablando? ¿Cómo calcular ese fondo de emergencia sin caer en la tentación de guardarlo todo en casa o, por el contrario, dejarlo todo en manos de inversiones poco líquidas? Lo cierto es que no hay una respuesta universal, pero sí una guía que puede ayudarnos a estar preparados sin caer en el alarmismo.

El fondo de emergencia que recomienda el Banco de España

La vida está llena de imprevistos. Una avería en el coche cuando menos te lo esperas, una factura médica que no cubre el seguro, un electrodoméstico que decide fallar justo cuando más lo necesitas… Todos esos gastos pueden alterar por completo el presupuesto mensual de una familia, sobre todo si no hay margen para absorberlos sin endeudarse. Y aquí está la clave: el fondo de emergencia está precisamente para evitar que una situación puntual se convierta en una bola de nieve financiera.

Desde el Banco de España lo explican con claridad: tener deudas en tiempos de incertidumbre económica puede convertirse en una trampa difícil de evitar. Los intereses suben, los ingresos pueden tambalearse y el coste de la financiación se dispara justo cuando más vulnerable se está. En lugar de recurrir a préstamos rápidos o tarjetas de crédito, es mucho más saludable contar con ese colchón propio que permita hacer frente a los gastos inesperados con tranquilidad.

Además, en ausencia de un fondo de emergencia, muchas personas se ven obligadas a vender inversiones a largo plazo (acciones, fondos, planes) para convertirlas en dinero líquido. El problema es que, si el mercado no acompaña, esa venta puede implicar pérdidas importantes. Por eso, separar una parte del ahorro exclusivamente para emergencias no sólo es recomendable, sino también estratégico.

¿Cuánto dinero deberías tener realmente?

El Banco de España no establece una cifra concreta, porque entiende que cada hogar es un mundo. Pero sí ofrece una orientación clara: el fondo de emergencia debería cubrir entre tres y seis meses de gastos fijos. Es decir, aquellos que no se pueden evitar mes a mes, como el alquiler o la hipoteca, la comida, la luz, el agua, el transporte o los seguros. No se trata de guardar dinero para vacaciones o caprichos, sino para poder mantener el funcionamiento básico de la casa si algo se tuerce.

Para calcularlo, lo primero es identificar cuáles son esos gastos esenciales y sumar su importe mensual. Si, por ejemplo, una familia necesita 1.200 euros al mes para cubrir lo básico, su fondo de emergencia debería estar entre los 3.600 y los 7.200 euros. La cifra puede variar si hay personas a cargo, si los ingresos son inestables o si se cuenta con otras fuentes de ingreso alternativas. Cuanto más frágil sea la situación, mayor debería ser el colchón.

Y es importante recalcar: este dinero no debe invertirse ni destinarse a otros fines. Debe estar disponible, seguro y, preferiblemente, en una cuenta bancaria que permita retirarlo sin penalizaciones en cualquier momento. Esa es la gran diferencia con otros ahorros o inversiones. Aquí, la liquidez prima sobre la rentabilidad.

¿Es buena idea tener dinero en casa?

A pesar de que muchas personas siguen manteniendo una pequeña reserva de efectivo en casa (por seguridad o tradición), lo cierto es que el Banco de España desaconseja guardar grandes cantidades en el hogar. No sólo por el riesgo evidente de robos, incendios o pérdidas, sino porque ese dinero queda totalmente fuera del circuito financiero y no ofrece ningún tipo de protección.

Ahora bien, tener una pequeña cantidad de efectivo accesible sí puede ser útil, especialmente para situaciones muy puntuales, como una caída del sistema bancario, una avería en los cajeros o una emergencia que impida usar tarjetas. En estos casos, disponer de unos pocos billetes puede ser una tabla de salvación. Pero insistimos: hablamos de cantidades pequeñas, en torno al gasto de una semana, no de miles de euros guardados en un cajón.

Lo más sensato es encontrar un equilibrio: una reserva mínima en efectivo para cubrir necesidades urgentes, y el grueso del fondo en una cuenta que permita actuar con rapidez. Porque si algo hemos aprendido en los últimos años, es que las crisis no avisan, pero sí podemos prepararnos para que no nos pillen con el pie cambiado.