Economía

El coste económico de la revolución cubana: menos renta, viviendas y pensiones

Cada mes de enero, se cumple el aniversario de la Revolución cubana. La llegada al poder de los Castro supuso un retroceso en las libertades de los cubanos, que han visto cómo con el paso de los años se han quedado atrás en relación al resto de países vecinos en materia de pensiones, renta per capita o viviendas por habitante.

La falta de libertad económica en Cuba ha hecho mella en la capacidad productiva de la isla caribeña, en la que sus habitantes sobreviven con apenas un puñado de dólares al mes. Pero, ¿cuál ha sido el coste de la revolución cubana?

El catedrático emérito de Economía y Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Pittsburg, Carmelo Mesa-Lago, en su trabajo ‘Balance Económico-Social de 50 años de Revolución en Cuba’, explica que comparar la economía cubana de 1958 con la actual es «extraordinariamente difícil» porque no se utilizan los mismos parámetros.

Hoy, contamos con métodos normalizados internacionales para medir el desarrollo socio-económico que no existían en 1958, como el Índice de Desarrollo Humano (IDH) que comenzó a calcularse en 1990. De igual modo, cuando se produjo la revolución en 1958 no existía el ‘dólar internacional con paridad de poder adquisitivo (PPA)’ para estimar el Producto Interno Bruto (PIB) por habitante de los países.

Mesa-Lago apunta que es «imposible» comparar el salario real (ajustado a la inflación) entre 1957 y la actualidad, pero sí señala que entre 1989 y 2008 disminuyó un 76%: «Raúl Castro ha reconocido la insuficiencia del salario para cubrir las necesidades mínimas. Las cuotas de racionamiento actuales sólo cubren una semana de alimentos al mes y el resto hay que comprarlo en los mercados agropecuarios a precios entre 90 y 300 veces superiores a los del racionamiento».

En cuanto a las pensiones, nuevamente no es posible estimar la pensión media real a la llagada de Fidel Castro al poder, pero entre 1989 y 2008 cayeron un 62%. Además, el estudio señala que «los ancianos están entre los grupos más pobres del país».

Mientras que la población prácticamente se duplicó entre 1959 y 2007, el número de viviendas construidas fue menor que las destruidas por falta de reparaciones y mantenimiento. La edificación no ha compensado estas pérdidas y las producidas por cinco huracanes y tormentas en los últimos años. De hecho, las viviendas por cada 1.000 habitantes cayeron en 25% entre 1989 y 2007.

No sólo eso, sino que a lo largo de más de medio siglo, el régimen castrista asesinó a 10.611 personas (cien de ellas menores de edad) y otras 78.000 murieron intentando escapar de la isla. Además, el Che Guevara, símbolo de la Revolución cubana, fusiló a más de un centenar de personas.

Uno de los argumentos más esgrimidos por los defensores de la dictadura castrista es que el 98% de los cubanos están alfabetizados, pero Marian L. Tupy, editor de HumanProgress.org y analista de políticas públicas del Centro para la Libertad y la Prosperidad Global considera que no es ningún logro.

«Mirando el lado positivo, al menos nadie ha afirmado que la educación y la salud cubanas son de calidad superior a nivel mundial. Que los cubanos debieran ser alfabetizados era de esperarse. Todas las dictaduras comunistas enseñaron a su gente a leer y luego les dieron todo el material de lectura que los ministerios de propaganda gubernamental lograron imprimir», denuncia Tupy.

La renta per capita de la isla caribeña se encuentra por debajo de la media de América Latina y, pese a que durante años fue la región más próspera del sur del continente, hoy Argentina, Chile o Costa Rica la doblan en PIB per capita, según datos del Banco Mundial.

Según datos del Departamento de Estado de EEUU recogidos por Elcato, Cuba es el país de América Latina que menos ha incrementado sus exportaciones desde 1958. La isla las ha aumentado en un 111%, pero hay países como México que han visto crecer sus exportaciones más de un 22.000%, o Guatemala, donde se han incrementado casi un 4.000%. Incluso Venezuela ha experimentado un crecimiento de sus exportaciones de más del 1.300%.

En relación a los vehículos por cada 1.000 habitantes, Cuba vuelve a ser la región que peor comportamiento presenta de toda Latinoamérica. Y es que sólo la isla caribeña presenta un retroceso en esta estadística desde 1958, concretamente del 10%. En el otro lado de la balanza se encuentran países como Brasil, con un incremento de más del 800%, o República Dominicana y Ecuador, con subidas de más del 700%.