Economía

La CNMV reacciona a la exclusiva de OKDIARIO y anuncia un plan de adaptación a la directiva europea

Los trabajadores del sector financiero exigen a la CNMV que acelere las instrucciones para implantar la Directiva sobre Mercados de Instrumentos Financieros (Mifid II) que, entre otras cosas, establece que la banca debe garantizar que su personal posea conocimientos y competencias para cumplir con sus obligaciones. Hasta el momento, tal y como adelantó OKDIARIO, no han movido un dedo. Sin embargo, según ha podido saber este periódico será en las próximas semanas, o incluso días, cuando la CNMV haga públicos los criterios de la formación.

Según han señalado a este periódico fuentes próximas al organismo regulador bursátil, los criterios “se harán en los próximos días, no sabemos exactamente cuándo, pero pronto”. Por su parte, el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad ya abrió hace una semana una consulta pública sobre el Anteproyecto de ley de transposición de la Directiva Mifid II, que debe llevarse a cabo antes del próximo 3 de julio.

Esta consulta pública, que estará abierta hasta el próximo 10 de abril, tiene el objetivo de recabar opiniones relacionadas con las cuestiones que plantea la Directiva, que entrará en vigor en enero de 2018 y cuya transposición supondrá una modificación «en profundidad» de la Ley del Mercado de Valores, según han señalado fuentes de la Secretaría General del Tesoro y Política Financiera.

De este modo, el Ministerio de Economía trabaja en conjunto con la CNMV para desarrollar esta norma «lo antes posible». Según fuentes de la CNMV, “sobre la transposición de la directiva, nosotros estamos colaborando con el Ministerio de Economía, porque la transposición a leyes no es algo nuestro, es algo que tiene que hacer el Parlamento y tiene que llevar el Ministerio, nosotros sólo tenemos que adaptar nuestras circulares”. De este modo, según el regulador bursátil, “lo que hacemos es colaborar con Economía, sobre cómo se debería aplicar esa transposición, pero no lo hacemos nosotros, sino el Parlamento”

La Directiva Mifid II pretende reforzar la protección del inversor regulando el asesoramiento en la comercialización de productos financieros y sus incentivos, así como aumentar la transparencia en los mercados, no solo en relación con la negociación de acciones o instrumentos similares, sino también en bonos y derivados para su correcto funcionamiento en la formación de precios.

Así, mediante esta norma, los depósitos estructurados, actualmente considerados productos bancarios, pasarán a ser instrumentos financieros, de forma que a la hora de comercializarlos el cliente deberá pasar un test de idoneidad, según han explicado las mismas fuentes.

La norma comunitaria tiene también como objetivo mejorar la regulación de algunos productos financieros, como los derivados, especialmente los derivados sobre materias primas, y reforzar la supervisión y las sanciones a disposición de las autoridades competentes (lo que permitirá suspender la comercialización de determinados productos), así como evitar el arbitraje regulatorio. Además, la Directiva incorpora como novedad la creación de la etiqueta ‘Mercados pyme en expansión’ para facilitar el acceso de este tipo de empresas a la financiación.

Mifid II también pretende adaptar la normativa a los desarrollos tecnológicos y de los mercados, regulando prácticas como la negociación algorítimica automatizada, e impulsar la negociación de instrumentos financieros desde mercados OTC (‘over the counter’) hacia centros de negociación, como mercados regulados, sistemas multilaterales de negociación o sistemas organizados de contratación.

Para los empleados de banca, se está poniendo de manifiesto que algunas entidades “siguen sin entender que hay que corregir las malas prácticas de comercialización que generaron problemas en el pasado”, y siguen sin dar instrucciones a la plantilla para que se asesore y comercialice de forma adecuada. Según CCOO, de hecho, los trabajadores deben recibir una formación más práctica en el área del asesoramiento y planificación financiera, algo que avala la directiva Mifid II.