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Cargos ficticios, facturas en una caja… Así alteró el equipo de Currás la contabilidad de DIA en Brasil

El juez instructor relata una serie de presuntas prácticas contables delictivas a través de las que el anterior CEO de DIA alteraba las cuentas de la empresa para cobrar su variable afectando a sus filiales en Brasil.

El auto de inicio de investigación de la antigua cúpula de Supermercados DIA en la Audiencia Nacional, que adelantó este periódico en exclusiva la pasada semana, describe un relato de como presuntamente Ricardo Currás, ex CEO de los supermercados cotizados, y buena parte de su equipo entre los que se encontraban su director financiero Amando Sánchez, colaboraron en la «alteración» contable de la entidad. Dos de los puntos en los que se centró presuntamente el equipo directivo fueron la filial de la empresa en Brasil y también de la sociedad Libra, que constituyeron junto a Eroski para actuar como central de compras.

DIA Brasil: 12,8 millones

Tal y como considera probado el juez Alejandro Abascal, en 2017 las expectativas de negocio de DIA Brasil no se cumplieron, así que en septiembre de ese año su responsable (el directivo Freddy Wu) vio que iban a quedar hasta un 25% por debajo de lo previsto y recibieron «fuertes presiones por parte de la dirección financiera en España -Amando Sánchez- para que se mejorasen tales resultados».

Por tanto, Wu dio órdenes «para que los resultados finales fuesen en apariencia mejor que los reales, alterando con ello la imagen de la filial, con el conocimiento y aquiescencia del también investigado Antonio Coto». Igualmente, se dieron datos falsos a Nielsen.

La cantidad manipulada fue de 12,8 millones en el Ebitda, que se hizo mediante tres formas:

Cargos ficticios a proveedores 

Básicamente la treta realizada por la dirección de DIA consistía en emitir cargos indebidos a proveedores para llegar a cumplir el presupuesto. La dirección comercial procedió a contabilizar ingresos en concepto de cargos a proveedores que no habían sido negociados previamente con ellos. La contrapartida era un activo, reconociendo un derecho de cobro del proveedor.

A estos cargos se les asignaba una fecha de vencimiento futura y entonces el Departamento Financiero procedía a descontar el cargo de la facturación del proveedor, anulándolo del activo. De este modo la cantidad a pagar por DIA Brasil era el importe facturado por el proveedor menos los cargos emitidos.

Sin embargo, estos cargos no se descontaban porque cuando llegaba el vencimiento del cargo, el área comercial ordenaba anularlo y emitir uno nuevo por el mismo importe con nueva fecha de vencimiento. Así, el cargo permanecía contabilizado en el activo sin que el proveedor lo supiera.

Por tanto, a finales de 2017 se ordenó liquidar los cargos y muchos proveedores cortaron el suministro de mercancías, provocando un desplazamiento del 35% en enero de 2018.

Facturas en una caja

Otra práctica relatada por el juez del DIA de Ricardo Currás en Brasil es dejar de contabilizar facturas indirectas de proveedores cuando se alcanza la cifra presupuestada, guardando facturas en una caja bajo custodia del departamento de contabilidad.

Esta práctica ya había sido llevada a cabo por el equipo de Currás en 2016, según el juez, y tuvo como efecto un resultado «mucho mejor del real al no contabilizar una cantidad económica como gasto».

Manipular el ‘like for like’

El ‘like for like’ son las ventas por metro cuadrado, posiblemente el dato más importante dentro del sector retail, porque de él depende la contabilidad. Según el juez Freddy Wu, el responsable de DIA Brasil que venía de Argentina también sumó ventas ficticias a las que tenía la empresa, haciendo ver que vendían más por metro cuadrado de lo que hacían en realidad.

Por un lado, se registraban como ventas en tiendas ventas que sólo eran mayoristas (salían de los almacenes, pero no iban al cliente final). De igual modo, a través del sistema SAP se registraban ventas ficticias, que «nunca se llegaban a cobrar ni a ingresar pero mejoraron el Ebitda de 2017 en 1,9 millones».

Retrasar facturas

La última de las tretas presuntamente realizada por el equipo de DIA en Brasil fue «retrasar la contabilización de facturas procedentes de proveedores capex (de inversión)», mejorando así el pasivo.