Economía
POLÍTICA FISCAL

Calviño miente sobre la baja presión fiscal: los españoles pagan demasiados impuestos para lo que cobran

Los analistas coinciden en que este indicativo no es suficiente para conocer la realidad de un país

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

Nadia Calviño, todavía vicepresidenta del Ejecutivo y ministra de Asuntos Económicos en funciones, ha declarado en numerosas ocasiones que la carga tributaria que sufren los españoles no es suficiente. Por ejemplo, el pasado mayo, la política coruñesa afirmó que «la presión fiscal bajó en 2022 y España sigue teniendo una tasa del 39,1%, por debajo del 41,7%» de la Unión Europea. Sin embargo, existen otros índices que apuntan a lo contrario. Gregorio Izquierdo, director de Economía de la CEOE, recuerda a OKDIARIO que «analizar sólo la presión fiscal, sin tener en cuenta el resto de indicadores, puede llevar a conclusiones erróneas».

La baja presión fiscal que experimentan los contribuyentes españoles en comparación con el resto de Europa es uno de los motivos que han llevado al recién reinvestido presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, a prometer más subidas de impuestos en la legislatura iniciada el pasado jueves. El Ejecutivo socialista considera que no ha sido suficiente el aumento que ya se ha producido en los tres últimos años y que ha supuesto que el Estado recaude 39.000 millones de euros más, pagados por familias y empresas. Las políticas del actual Ejecutivo han elevado la presión fiscal en España 2,9 puntos, frente a la subida de dos décimas de la zona euro.

Nadia Calviño, vicepresidenta y ministra de Economía. (Fuente: Europa Press)

La trampa de la presión fiscal baja

La presión fiscal se calcula dividiendo la recaudación de Hacienda entre el Producto Interior Bruto (PIB). Un indicativo que para los analistas no es suficiente para conocer la realidad de un país. Santiago Calvo, doctor en Economía, explica a este periódico que «los mejores indicadores son los que miden lo que tiene que pagar en impuestos un empleado medio sobre su trabajo y el consumo».

El economista insiste en que, tras el aumento de la inflación los últimos años, «el Gobierno no ha actualizado las bonificaciones con el nivel de precios y, por tanto, ha aumentado la carga fiscal. Ganamos más en términos nominales, pero no en reales. El impuesto considera que ese aumento de las ganancias en términos nominales es un incremento de la capacidad de riqueza que tienen los ciudadanos, cuando no es así».

Gregorio Izquierdo, de la CEOE, también coincide en que hay que tener en cuenta otros indicadores: «La presión fiscal española se ha visto muy distorsionada a la baja como consecuencia de la última revisión del INE de contabilidad nacional». El profesional piensa que «la presión fiscal ajustada a la economía sumergida» ayuda a entender mejor la verdadera situación de España. «Ahí ya estamos por encima de la media de la Unión Europea, porque el problema de España es que tenemos una economía sumergida mayor» que en el conjunto de los Veintisiete.

Izquierdo propone tener también en cuenta el esfuerzo fiscal, indicador que mide la carga tributaria en función de la renta: «España tiene una renta inferior a la media europea. Por tanto, con igual presión fiscal estaríamos pagando muchos más impuestos que la Unión Europea». Para el economista, utilizar sólo un indicador para justificar más tributos es un error: «Esto es como, si para diagnosticar una enfermedad, un médico utiliza un análisis con una sola variable, en vez de con 30».

El representante de la CEOE concluye que «en España se recauda menos que en otros países, pero no porque los impuestos sean bajos, sino porque la renta es baja y el desempleo es alto». «Tenemos un problema muy serio de presión fiscal normativa», advierte el profesional.

«El diseño de nuestro sistema tributario es muy gravoso porque recae especialmente sobre las empresas. Las dos figuras tributarias que más carga incorpora en términos comparados son la fiscalidad empresarial y la patrimonial, que son las que más distorsión provocan en la economía y las que se amenaza con subir más», explica el economista.  En definitiva, «la recaudación española es superior a la media europea cuando se mide correctamente».