Coyuntura económica

Calviño apuesta por la colaboración público-privada ante el alto nivel de inversiones que necesita España

Nadia Calviño
La vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño (Foto: Efe/Zipi)

La ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, apuesta por que el sector público y privado trabajen «mano a mano» para poder hacer frente a los retos que presenta la economía española y para asegurar un crecimiento «más sólido».

En su opinión, dicha colaboración y una hoja de ruta «clara» de la política económica basada en disciplina fiscal, cohesión social y reformas estructurales son «fundamentales» para seguir teniendo una «buena situación» económica. Así lo ha señalado durante la inauguración del Congreso Anual de la Asociación Multinacionales por marca España.

La ministra de Economía y Empresa en funciones, Nadia Calviño, ve «imprescindible» la colaboración público-privada ante el «ingente volumen de inversiones» que requiere el programa económico y de reformas que a su juicio necesitará España, ya que «no puede ser llevado a cabo solo por el sector público», al tiempo que ha dicho constatar «preocupación» entre inversores y en las últimas reuniones del G20, el Banco Mundial y el FMI por el freno de la inversión internacional debida a la «incertidumbre reinante».

Calviño ha dicho que en sus últimos encuentros con inversiones y en las reuniones del G20, el Banco Mundial y el FMI ha constatado que «se palpa en el ambiente la preocupación por el freno en la inversión internacional debido a la incertidumbre reinante», algo que conduce a la ralentización del crecimiento económico.

No obstante, ha aseverado que España sigue manteniendo un «tono económico positivo» y «está capeando mejor que otros el escenario internacional menos positivo», pese a la revisión llevada a cabo por el Gobierno de sus previsiones económicas en una décima a la baja, hasta el 2,1% este año y al 1,8% en 2020.

«Es cierto que el crecimiento es menos intenso que años anteriores», ha reconocido Calviño, quien ha explicado que se debe a la senda de desaceleración iniciada en 2015, pero con unos fundamentos «más sólidos» que en ciclos interiores, junto a un crecimiento «más equilibrado» entre demanda interna y externa y una generación de empleo «dinámica», ya que las cifras de septiembre reflejan un ritmo de creación de empleo superior al PIB.

Asimismo, ha valorado que se registra una inflación muy moderada que permite ganancias de competitividad, superávit por cuenta corriente, un sector financiero «mucho más sólido» y un contexto en el que no hay burbujas en el mercado inmobiliario, que ha reducido a la mitad su papel en el empleo y el PIB. Además de una posición financiera más saneada de familias y empresas, lo que en conjunto evidencia que la economía es «más madura y sólida».

Fiscalidad digital 

Entre los principales retos de la economía española, ha citado entre los «heredados del pasado y de la crisis» los referidos a la elevada deuda pública, la desigualdad y la alta tasa de desempleo, mientras que sobre los «retos del siglo XXI», ha enumerado el cambio climático, la demografía, la despoblación, la revolución tecnológica o la transformación digital.

Por ello, ha defendido la política económica desarrollada por el Gobierno basada en la disciplina fiscal, la cohesión social y las reformas estructurales, y en este punto ha valorado los progresos presentados la semana pasada en las reuniones del G20 para el desarrollo, en el marco de la OCDE, de un nuevo marco fiscal global sobre la digitalización.

«España apoya decididamente la creación de un marco fiscal actualizado», ya que la alternativa sería la «fragmentación de normas» y la no adaptación a una «realidad» económica y social, por lo que Calviño ve una «buena noticia» en el avance para que el próximo año se instaure un marco fiscal en el ámbito digital que sirva de base para la adaptación a sistemas nacionales.

La imagen «veraz» de España

La titular de Economía en funciones ha apelado a la colaboración público-privada para poder acometer las «ingentes inversiones» que precisará este programa económico, incluyendo las compañías multinacionales. De igual forma, ha recordado que España registró en 2018 un récord de inversión extranjera, con más de 50.000 millones de euros, aunque ha matizado que estos datos están afectados por operaciones corporativas extraordinarias.

Sobre las multinacionales, ha destacado su contribución a la apertura de la economía internacional y su «papel fundamental» en la creación de empleo, la difusión de conocimiento, el I+D+i, la competitividad, las exportaciones, la atracción de inversión extranjera y la construcción de una imagen de país «positiva».

Precisamente ha agradecido a la secretaria de Estado de la España Global, Irene Lozano, por su trabajo «absolutamente extraordinario» en proyectar una imagen «veraz» de España. «Parece mentira pero es un trabajo muy importante estos días», ha enfatizado.

Las multinacionales piden estabilidad política y jurídica 

Por su parte, la presidenta de Multinacionales por marca España, Beatriz Blasco, ha subrayado el papel «clave» que desempeñan las compañías multinacionales a un tejido social sólido, y ha cifrado en 12.953 el número de filiales de empresas extranjeras, con 1,6 millones de empleos directos y un volumen de negocio de 554.000 millones de euros, que representan el 44% de las exportaciones españolas y el 38% del gasto empresarial en I+D.

Blasco ha reclamado «estabilidad política y jurídica y un marco regulatorio competitivo», así como un mercado laboral más flexible, inversión en infraestructuras de transporte y digitales, apostar por el turismo o una mayor eficiencia en la Administración, junto al progreso en sostenibilidad medioambiental.

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