Economía
Crisis energética

Bruselas descarta el tope al gas de Sánchez y opta por los beneficios caídos del cielo para bajar la luz

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha descartado un tope al gas en la fijación del precio de la luz, como el aplicado por Pedro Sánchez en España, y ha optado por gravar los «beneficios caídos del cielo» de eléctricas y petroleras, como adelantó OKDIARIO. con el objetivo de recaudar más de 140.000 millones de euros que deberían utilizarse para rebajar el recibo de la electricidad.

«Nuestra propuesta recaudará más de 140.000 millones de euros para que los Estados miembros amortigüen el golpe directamente», dijo Von der Leyen en su discurso del Estado de la Unión pronunciado ante el Parlamento Europeo.

La Comisión planea poner un tope a los ingresos que recibe la generación eléctrica a partir de renovables, nuclear y lignito, que se benefician de los altos precios del MWh que marca el gas, que es la fuente de generación eléctrica más cara. Es lo que se ha denominado windfall profits (beneficios caídos del cielo). Asimismo, pretende exigir una «contribución solidaria» a las empresas de petróleo, gas y carbón que se han beneficiado de los desorbitados precios de la energía.

«Las grandes empresas de petróleo, gas y carbón también obtienen enormes beneficios. Así que tienen que pagar una parte justa, tienen que dar una contribución de crisis», dijo Von der Leyen en una intervención centrada especialmente en la respuesta europea a la invasión de Rusia sobre Ucrania.

Además, la Comisión también quiere que los Estados miembros ahorren un 10% de electricidad, y al menos un 5% en horas con pico de demanda, como también adelantó OKDIARIO. Medidas todas ellas que está previsto cerrar en reunión extraordinaria el 30 de septiembre con los ministros de Energía de los países de la UE.

«Quiero que nuestra Unión tome ejemplo de su gente. Reducir la demanda en las horas punta hará que el suministro dure más tiempo, y hará bajar los precios», dijo Von der Leyen, quien señaló que «millones de europeos necesitan ayuda» en el ámbito energético.

La Comisión Europea presentará este miércoles los detalles de esas propuestas de «medidas temporales, de urgencia» para redistribuir los elevados ingresos «que nunca han contabilizado, ni siquiera han soñado» las compañías energéticas.

Además, Bruselas aseguró que seguirá «trabajando para bajar los precios del gas», en parte tratando con Noruega y Argelia, los otros dos países que junto a Rusia entregan gas por gasoducto a la Unión Europea. En principio, Von der Leyen insiste en otra de sus propuestas iniciales, poner un tope al precio al que la UE compra el gas de Rusia, a pesar de no haber sido muy bien recibida por algunos Estados miembros.

Para alejarse del gas ruso, la UE ha aumentado las importaciones de gas natural licuado (LNG), pero la referencia utilizada en el mercado del gas -el índice holandés TTF- no se ha adaptado» y Bruselas trabaja en «el establecimiento de un índice más representativo», dijo.

En paralelo, la UE trabaja en herramientas para ayudar a las empresas energéticas con «graves problemas de liquidez en los mercados de futuros de electricidad», lo que pone en riesgo el funcionamiento del sistema energético, agregó Von der Leyen.

«Trabajaremos con los reguladores del mercado para aliviar estos problemas modificando las normas sobre avales y tomando medidas para limitar la volatilidad de los precios intradía. Y modificaremos el marco temporal de ayudas estatales en octubre», dijo.

Más allá de estas medidas de emergencia, la Unión Europea trabaja en una reforma del mercado eléctrico que «ya no hace justicia a los consumidores» con el objetivo de «desvincular la influencia dominante del gas en el precio de la electricidad».