El bono es el instrumento principal de la Renta Fija
Un bono es un instrumento financiero que puede ser emitido por una compañía privada (corporativo), por un Gobierno (gubernamental), o por instituciones supranacionales, como es el caso de los bancos centrales.
La entidad que emite estos activos como método de financiación los vende directamente a los inversores sin tener que pedir un préstamo a una entidad financiera. En esta emisión se determina, mediante un contrato, el tipo de interés o cupón que pagará y el plazo de tiempo que tiene para realizar la devolución del importe, también llamado fecha de vencimiento o maturity date).
Para explicarlo de forma sencilla, cuando un inversor compra un bono es como si estuviera prestando dinero a una entidad durante un periodo determinado a cambio de cobrar unos intereses por el préstamo.
Sin embargo, los bonos tienen ciertos riesgos. Aunque es un activo más seguro que una acción, ya que en caso de quiebra los inversores en este producto tendrán prioridad para cobrar sobre los accionistas de la empresa, los tenedores son realmente meros acreedores y no poseen participaciones como sí ocurre con los accionistas.
Uno de los principales riesgos de un bono es el denominado Riesgo de Crédito, que está basado en su calidad crediticia, que es la que refleja la capacidad que tiene la entidad emisora del bono para afrontar el pago de los cupones y la devolución del principal, o la cantidad prestada inicialmente.
Este riesgo lo definen las agencias de rating, que son empresas que se dedican a evaluar la capacidad de pago de la deuda de las entidades emisoras de los bonos.
Estas empresas de calificación de riesgos utilizan su propia nomenclatura: una serie de letras, y en algún caso números, que van desde la A hasta la C. Moody’s, por ejemplo, utiliza desde la Aaa hasta la C.
De esta calificación dependen las posibilidades de que los inversores cobre todos los cupones y recuperen el principal. Así, cuanto peor es el rating, las posibilidades de recuperar todo el dinero son menores.
Otro de los riesgos de los bonos es su duración. Esta se entiende como la medida del vencimiento medio ponderado de todos los flujos que paga el bono y es la que determina cómo se ve afectado su precio por los cambios en los tipos de interés. Para entender este riesgo, debemos explicar que los bonos cotizan en el mercado y que su precio se establece en función de los cupones y del tipo de interés.
El resultado representaría cómo se ve afectado el precio de un bono cuando, a lo largo del tiempo, aparecen nuevos bonos del mismo emisor con distinto tipo de interés.
Ponemos un ejemplo para ayudar a entenderlo: Si adquiero un bono de 1.000 euros a 10 años con un cupón del 7%, tendré 70 euros cada año. Si transcurrido un año quiero venderlo y se emite un nuevo bono con un cupón del 8%, los inversores podrán elegir entre mi bono con cupón del 7% y el nuevo con cupón del 8%. Para que mi bono tenga cierto atractivo deberé bajar el precio para que al nuevo comprador le sea más rentable.
Desde Feelcapital siempre recomendamos a los inversores que se asesoren si sus conocimientos financieros no son los suficientemente sólidos para conocer los diferentes riesgos de los productos financieros.
Lo último en Economía
-
Laura González-Molero renuncia al consejo de Sabadell para presidir DKV Seguros
-
El Ibex 35 sube un 1,55% y alcanza los 12.730 puntos, con Sabadell y BBVA creciendo más de un 5%
-
Trilantic y Sidenor cerrarán su acuerdo en Talgo: 4,30 € por acción en fijo y un variable de 0,50
-
Cambio inminente en el Ingreso Mínimo Vital: esto es lo que vas a cobrar a partir de ahora
-
La saudí STC hace efectiva su participación del 9,97% en Telefónica y ya puede pedir dos consejeros
Últimas noticias
-
La nieve llega a Madrid y la AEMET lanza una alerta: entre 10 y 20 centímetros de espesor
-
Trump se reafirma en su plan sobre Gaza: «Israel la entregará a EEUU cuando acaben los combates»
-
Trump encarga al Departamento de Justicia crear una división para defender a los cristianos
-
Petro dice que la cocaína «no es más mala que el whisky» y pide legalizarla para que «se venda como el vino»
-
Karla Sofía Gascón, otra víctima de la inquisición progre