Economía
BBVA Research

BBVA avisa de la «reducida» productividad laboral de España y de su evolución «contracíclica»

BBVA Research advierte de que la productividad laboral de la economía española es comparativamente «reducida» respecto a la UE y presenta una evolución «contracíclica», ya que gana tracción en las fases contractivas y se modera en las expansivas por el funcionamiento «deficiente» de las instituciones del mercado laboral. Por ello, pide reformas estructurales porque la productividad será la «fuente fundamental» para el crecimiento a medio y largo plazo.

Así lo señala el servicio de estudios de la entidad en el observatorio económico ‘(Im)productividad: ¿la enfermedad española?’, en el que analiza la evolución de la productividad, y refleja que el valor añadido bruto (VAB) por hora trabajada apenas superaba los 27 euros en 1995, un 14% menos que el promedio europeo, y que esa diferencia se ha ampliado hasta el 22% el año pasado.

El estudio señala que España es el único país de la UE que exhibe una correlación negativa entre la evolución del VAB por hora trabajada y el crecimiento económico desde mediados de la década de 1990.

A este respecto, señala que la «literatura económica» sugiere que la regulación disfuncional del mercado de trabajo es la principal responsable, ya que «las diferencias sustanciales en el grado de protección laboral entre trabajadores con contrato temporal e indefinido tradicionalmente han exacerbado la volatilidad cíclica del empleo», de forma que ante cambios en la demanda de bienes y servicios, las empresas tradicionalmente han respondido modificando la demanda de mano de obra en lugar de la jornada laboral o la remuneración.

A esto se suma que el repunte de la productividad en las fases recesivas y la atonía en las expansivas, provocados por las fluctuaciones de la ocupación, se ven intensificados por la menor productividad del empleo temporal, causada, entre otros factores, por la escasa inversión en capital humano específico, la menor formación en el puesto de trabajo y la baja propensión a participar en el desarrollo de innovaciones.

Junto a la segmentación del mercado laboral, la demografía empresarial de la economía española, caracterizada por la prevalencia de organizaciones de dimensión reducida, también contribuye a explicar el carácter contracíclico de la productividad del trabajo.

Para reducir sus costes de producción y evitar ser expulsadas del mercado durante los periodos de ralentización económica, las empresas pequeñas tienden a adoptar durante las recesiones las innovaciones tecnológicas generadas por las compañías líderes en las expansivas.

Como resultado, el VAB por hora trabajada de las pymes que logran sobrevivir aumenta, impulsando la productividad media.

El estudio también explica que los cambios en la eficiencia productiva dentro de cada sector explican en torno al 90% de la dinámica de la productividad laboral en España, y que el papel jugado por los cambios en la composición del empleo entre ramas de actividad es reducido, excepto en la segunda mitad de la década de los noventa y, especialmente, desde 2013.

Según el observatorio, en la zona del euro, la evolución procíclica del VAB por hora trabajada también se debe al componente intrasectorial.

La naturaleza contracíclica de la productividad laboral agregada se fundamenta en la construcción, las actividades inmobiliarias y el comercio, principalmente.

En contraste con la economía española, el sector industrial es el responsable de la dinámica del VAB por hora trabajada en la UEM.

Reformas estructurales

De esta forma, BBVA Research subraya la necesidad apremiante de acometer reformas estructurales que impulsen el crecimiento sostenido de la productividad laboral y no reviertan los aspectos más positivos de las ya implementadas.

En particular, señala que serían «bienvenidas» todas aquellas políticas que incrementen la empleabilidad de los trabajadores, estimulen la mejora continua de su capital humano y aseguren el grado de protección del empleo sin menoscabar la flexibilidad interna en la empresa ante perturbaciones de la demanda.

«En un contexto de proyecciones demográficas adversas y crecientes retos vinculados al cambio tecnológico, la productividad se revela como la fuente principal del crecimiento económico en el medio y largo plazo capaz de garantizar, entre otros aspectos, la sostenibilidad del estado de bienestar», ha subrayado.