Economía
Economía

La banca contempla que el Estado entre en el capital de las empresas para garantizar su solvencia

El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB) recuerda que otros países están tomando otros caminos además de los créditos para empresas, que por sí solos no pueden garantizar mantener la solvencia de algunas empresas.

Se avecinan muchos meses turbulentos para el sector bancario. El presidente de la Asociación Española de Banca (AEB) tiene claro que nos encaminamos hacia un escenario con más dificultades y donde el aumento de impagos será una constante. Especialmente después del verano, se esperan tensiones de solvencia en las empresas, sobre todo en aquellas cuyo modelo de negocio haya cambiado radicalmente. Para tratar de adelantarse a la situación y proteger el mayor número de sociedades posibles, los bancos creen que se necesitarán más medidas financieras que no sea solo la libre disposición de liquidez, como se está haciendo actualmente a través de los créditos ICO.

La ortodoxia liberal ha saltado por los aires con esta crisis y las recetas que menciona José María Roldán, presidente de la patronal bancaria, son un buen ejemplo: «Otros países europeos consideran la puesta en marcha de otro tipo de mecanismos, subvenciones, capital, deuda subordinada, híbridos de capital, debemos de reflexionar sobre esto y hacer una valoración. Ver si debemos poner marcha otros instrumentos y será a la vuelta del verano cuando haya que hacer algo», dijo el representante de los bancos en un encuentro para presentar a la prensa los resultados del sector bancario en 2019, con posterioridad a la asamblea de su entidad AEB.

Roldán hizo esta intervención ante la prensa después de participar en la asamblea con las entidades bancarias asociadas a la patronal.

Los bancos creen que en la situación actual de tensión no pueden quedarse solos dando financiación a todas las compañías

Aunque son varias las recetas que ha puesto encima de la mesa Roldán y todas implican una mayor acción del Estado, es sin duda la posibilidad de que la Administración entre directamente en los accionariados de las empresas la que resulta más novedosa. Fuentes del mercado han puntualizado que lo que los bancos creen es que, en la situación actual de tensión, no pueden quedarse solos dando financiación a todas las compañías sino que harán falta otros instrumentos.

Por ejemplo, en Alemania y en Italia se dan medidas complementarias que tienen que ver con la cobertura de pérdidas y financiación a fondo perdido de las mismas, lo que vendría a ser como una subvención de las mismas. Con respecto a la posibilidad de entrar directamente en el capital de las empresas, se puntualiza que no sería exactamente una nacionalización sino «entrar de forma temporal».

Por tanto estas dos posibilidades, que son adquirir capital temporalmente o dar subvenciones para cubrir pérdidas, se van a tener en cuenta para sugerirlas al Gobierno de cara a los próximos meses. En la AEB se cree que la situación es muy cambiante y que no habrá visibilidad absoluta de cómo afecta la pandemia a la salud de las compañías hasta final de este ejercicio y principios del siguiente, es decir en seis meses.

Peligro con Podemos

Este mensaje de la banca actualmente contrasta con los pareceres más habituales de los gestores bancarios, más en contra de la intervención pública en empresas. El caso de Bankia es paradigmático de una entidad financiera con participación pública (más del 60% de su capital a través del FROB), aunque en este caso el Estado optó después de la intervención de la entidad por nombrar a un banquero de experiencia contrastada (José Ignacio Goirigolzarri) y practicar el ‘laissez faire’ con la entidad, que a todos los efectos se gestiona como un banco privado a pesar de ser público.

Sin embargo, la llegada de Podemos al Gobierno junto con el Partido Socialista cambia las fichas del tablero, por cuanto el vicepresidente Pablo Iglesias ya ha mostrado en numerosas ocasiones que le gustaría intervenir ampliamente en muchos sectores económicos, practicando incluso la expropiación o nacionalización de empresas. El sector bancario, el eléctrico o incluso empresas industriales como Nissan han sido mencionadas por Iglesias como posible carne de nacionalización.

Además, la cercanía ideológica de Unidas Podemos con movimientos como el chavismo venezolano, que han practicado durante años la expropiación de empresas con resultados nefastos, generaría inseguridad al ser este mismo Gobierno el que tomara decisiones de entrar en compañías que lo necesitaran.

Ejemplo de Francia

No muy lejos de aquí, el modelo francés ya hace años que se ha especializado en este tipo de intervención del Estado en empresas, especialmente grandes. París es socio accionista de multinacionales estratégicas de todos los sectores como Renault y PSA (automóviles),  Electricité de France (EDF, energía), ADP (infraestructuras), Airbus y Air France-KLM (aviación) u Orange (telecomunicaciones). Solamente en los meses de abril y mayo, el Estado francés ha realizado distintas operaciones de apoyo financiero a todas estas empresas.

Sin embargo, la participación pública en empresas privadas en Francia se hace de forma profesional y bajo criterios de mercado, algo que quedaría en duda en un Gobierno liderado ideológicamente por el vicepresidente Iglesias.