Antonio Huertas: «Es necesario proteger a los agricultores por el bien de nuestra economía»

El presidente de Mapfre ha hecho referencia a la necesidad de defender el entorno rural, aportar soluciones a “la España vaciada”, contribuir a su transformación y modernidad y acelerar la digitalización, imprescindible para fijar población y dar viabilidad a los proyectos.

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Jaime Lamo de Espinosa, ex ministro de Agricultura y Pesca e impulsor de la Ley de Seguros Agrarios Combinados en 1978; Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación; Antonio Huertas, presidente de MAPFRE; e Ignacio Machetti, presidente de Agroseguro. (Foto: Fundación Mapfre)

Fundación Mapfre ha celebrado este martes, en su sede de Madrid, un acto para conmemorar el 40 aniversario de la Ley de Seguros Agrarios Combinados. Una norma que fue creada para proteger al agricultor de las consecuencias derivadas de las catástrofes naturales y que, a día de hoy, es una de las normativas mejor valoradas a nivel mundial.

El presidente de Mapfre, Antonio Huertas, ha puesto en valor su creación porque «hay pocas leyes tan relevantes que hayan aguantado tan bien el paso del tiempo», permitiendo el desarrollo del sector y haciendo que » Huertas ha hecho hincapié en que las «empresas agrícolas y ganaderas sean esenciales para la cadena alimentaria». En este sentido, también ha señalado la importancia de «reivindicar el éxito de una decisión tomada hace 40 años y que hoy es más importante que nunca para afrontar el grave problema de despoblación rural de nuestro país, una actividad, ha indicado, que hay que proteger por el bien de nuestra economía, cohesión y desarrollo social».

El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación en funciones, Luis Planas, también ha estado presente en el acto en «un día muy especial porque ha recogido su acta como diputado». Planas ha subrayado la importancia de esta ley, que se ha «convertido en un pilar fundamental de la política agraria española». El titular de la cartera de Agricultura asegura que el sistema de seguros desempeña un papel esencial para el mantenimiento de la renta de los agricultores, ganaderos y acuicultores. Para el ministro, el modelo español de seguros agrarios ha sabido evolucionar durante sus 40 años y se ha ido adaptando a las necesidades de los productores.

Más de 40 años de la ley

Jaime Lamo de Espinosa, ex ministro de Agricultura y Pesca e impulsor de la Ley de Seguros Agrarios Combinados en 1978, ha apuntado durante su intervención que esta normativa en su día fue un avance para el sector porque «distribuye las pérdidas, garantiza los ingresos agrícolas, constituye un medio de ahorro para los agricultores, protege la inversión de los agricultores, mejora la posesión de los agricultores, estimula los agricultores al cooperativismo y mantiene la dignidad de los agricultores ya que no tienen que depender de los donativos de los Gobiernos en caso de malas cosechas y se convierte en un derecho claro. Un seguro desarrollado, como este, es causa del desarrollo del país».

Jaime Lamo de Espinosa, ex ministro de Agricultura y Pesca

«Esta ley fue la de mayor impacto y la que mejor ha sobrevivido. Está considerada en el mundo y especialmente en la Unión Europea como una de las más eficientes junto con la de Canadá. Sólo por obtener este reconocimiento merece la pena todo el esfuerzo que hicimos para llevarla a cabo», ha subrayado.

Digitalización del seguro agrario

El presidente de Mapfre ha subrayado la importancia del seguro agrario,  «uno de los instrumentos sociales más potentes que tenemos» y que posibilita el mantenimiento del campo español en situaciones de catástrofes climatológicas», así como los agricultores y ganaderos, empresarios del medio rural y empresas de acuicultura, quienes a su juicio tienen mayor «mérito», ya que «creen en todo lo que el seguro les aporta y le otorgan cada año su confianza».

El presidente de Mapfre, primera aseguradora en el ámbito rural español con unos ingresos por primas superiores a los 1.500 millones de euros, se ha referido, además, a los retos del sector, que «pasan por incrementar los actuales niveles de aseguramiento, adaptar los productos actuales a los efectos del calentamiento global y del cambio climático, digitalizar todos los procesos, desde la contratación a la tasación de los daños, y mejorar la eficacia en la relación con los clientes asegurados». Huertas ha señalado, además, la necesidad de seguir promoviendo la «preservación natural del entorno rural», contribuir a «crear valor de futuro», para así impulsar su «transformación y modernidad», y «acelerar desde todas las instituciones la digitalización, imprescindible para fijar población y dar viabilidad a los proyectos».

Cambio climático

Ignacio Machetti, presidente de Agroseguro, mantiene que «las situaciones provocadas por acontecimientos climáticos excepcionales de variada índole suponen un reto difícil en la actualidad». Machetti sostiene que «un sistema de seguros agrarios como el actual es, sin duda, la mejor alternativa a las ayudas ad hoc, con innumerables ventajas, tanto para las Administraciones Públicas, a las que les permite presupuestar el coste, al tiempo que reducirlo, como para los productores, que gozan de una garantía contractual y que no dependen de las disponibilidades presupuestarias, que, además, sólo se activan ante daños catastróficos».

Machetti también ha apuntado la preocupación del sector por el cambio climático porque «hay fenómenos externos que se están produciendo durante todo el año y con una severidad desacostumbrada. Difícilmente tiene marcha atrás y esto significa que tenemos que adaptarnos en la práctica productiva y en la práctica aseguradora. Es la única manera de hacer que el sistema sea sostenible».

Guía para proteger la Empresa Agropecuaria

Fundación Mapfre ha presentado la Guía para proteger la Empresa Agropecuaria en España, con la que la entidad proporciona información sencilla y clara sobre los posibles riesgos que pueden incidir en la explotación agropecuaria. Esta guía también sirve para ayudar a las empresas del sector agrícola y ganadero a realizar una adecuada gestión de los mismos y plantear posibles alternativas y soluciones para minorarlos o transferirlos a un tercero.

En este sentido, la publicación pone de manifiesto que gracias al seguro agrario combinado, las cosechas y los animales están adecuadamente protegidos de las inclemencias climatológicas, los accidentes y las enfermedades. También informa acerca de los riesgos que asumen y cómo lo hacen las empresas del primer sector industrial del país, con unas ventas que representan el 20,5% del conjunto industrial; qué aspectos deben considerarse en su contratación y gestión; y cómo debe actuarse cuando se produce una sequía o un granizo.

Actualizar el programa de gestión de riesgos

Destaca, además, un decálogo que incluye al final, donde se indica la importancia que tiene para estas empresas el hecho de analizar costes, mercados y mejoras productivas, clave para la gestión de sus riesgos; plantear la posibilidad de traspasarlos a un tercero a cambio de un coste asumible, especialmente cuando no se puedan controlar todos los riesgos; solicitar el asesoramiento de un profesional en la gestión de esta clase de riesgos; tener en cuenta que la explotación evoluciona, y que es necesario actualizar el programa de gestión de riesgos; y que en caso de siniestro, hay que poner todos los medios para mitigar sus consecuencias y comunicarlo a la aseguradora para que ponga en marcha todos los mecanismos recogidos en el contrato de seguro.

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